domingo, 30 de diciembre de 2007

Proyecto para la construcción de un ferrocarril entre Guatemala y México

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

En 1895 el ingeniero José Tamborrel Siqueiros propuso al entonces ministro de Obras Públicas del Gobierno de Porfirio Díaz Mori la construcción de un ferrocarril entre Guatemala y México. Como el documento de que dispongo es la segunda fotocopia de la copia original está escasamente legible (aquí muestro la cinco páginas que lo integran), lo transcribo a continuación.

NOTA.- El documento de marras, un manuscrito escrito impecablemente bien, compuesto de cinco páginas tamaño oficio, escritura manual, con una caligrafía que obviamente ya está en desuso y con una retórica admirable.

C. Secretario de Estado y del Despacho de Comunicaciones y Obras Públicas.

José Tamborrel, mayor de edad y en pleno uso de sus derechos suficientemente apoderado de la Compañía del Norte Limitada, como lo justifica con el poder que acompaña, ante usted respetuosamente expone:

Que deseando la Compañía que represento establecer una vía férrea en el Estado de Tabasco, en sus fronteras con la República de Guatemala, entre la Villa de Tenosique ó sus inmediaciones en las riveras del Usumacinta a un punto de la parte alta del río San Pedro; a usted suplica, C. Secretario, se autorice a la expresada Compañía para que establezca y explote, según el proyecto de Contrato que adjunta, la mencionada vía férrea que cree será muy útil para nuestras poblaciones fronterizas y para la República en general, por las rezones que pasa a exponer:

El comercio actual del lado del Departamento de Petén de nuestra vecina República está haciéndose con la Colonia de Belice a pesar de que la mayor parte de su población es de origen mexicano, debido esto solamente a nuestras malas vías de comunicación. En la actualidad se introducen el Petén sólo los productos mexicanos de gran valor como la ropa y los granos como el café y el cacao, pudiendo fácilmente hacernos de todo su comercio con el establecimiento del ferrocarril a que me referido. Debo decir a usted que en rico Departamento del Petén no se producen sino maderas preciosas y tintóreas y las gomas de chicle y hule; pero en tan gran cantidad que superan a las producciones del río Usumacinta en la parte mexicana, y que necesitan sus habitantes por consiguiente, una gran importación de los productos agrícolas de nuestras costas, y los fabriles del interior.

El ferrocarril de que vengo tratando comunicará la parte navegable del río Usumacinta, con la parte alta navegable del río San Pedro que se interna en Guatemala hasta cerca de Ciudad Flores; de manera que nuestros productos entrarán al departamento de Petén: de Frontera ó del Carmen a Tenosique, por vapor; de Tenosique al río San Pedro, por ferrocarril; y seguirán después en el río San Pedro, en vapor, hasta cerca de Ciudad Flores. Los pocos productos americanos ó europeos que se consuman en el Petén pasarán de tránsito, y aún cuando el Contrato que propone los ha puesto sin ningún derecho de tránsito, la Compañía que representa no tiene en ello mayor empeño, pues lo único que desea es que las maderas que pasen de tránsito por el ferrocarril para fuera de nuestra República no paguen ningún derecho.

Tenosique progresa rápidamente desde hace algunos años, pues de un pueblo que no merecía ser cabecera de municipalidad, ha llegado a ser hoy la segunda población comercial del Estado. Siempre está en comunicación con los puertos de frontera y San Juan Bautista, en Tabasco, y del Carmen, en Campeche; pues a más de los vapores correos que esa Secretaría le concedió establecer, hay cinco vapores dedicados exclusivamente al comercio del río Usumacinta.

La zona que el ferrocarril recorrerá es sumamente rica en maderas preciosas y en gomas, siendo además de una fertilidad asombrosa para las producciones de climas cálidos y húmedos: cacao, café, y sobre todo para la caña de azúcar que dura en buen estado 25 años.

La Compañía del Norte Limitada es una compañía poderosa y bien organizada, que, en caso necesario, se comprometerá a establecer vapores en el río Usumacinta y en el río San Pedro, para facilitar más las comunicaciones.

No se le ocultan tampoco las ventajas que recibirá la República con el Ferrocarril para el caso, aunque remoto pero si posible, de una guerra, ya sea en Guatemala, Honduras o Belice.

En vista de todas las razones expuestas anteriormente, creo queda suficientemente comprobado lo útil que será al país el establecimiento del Ferrocarril en cuestión, utilidad que aumentará considerablemente si el Supremo Gobierno se compromete a no establecer tarifas de tránsito para las maderas, pues de esa manera se asegurará, en lo absoluto, todo el comercio del Departamento de Petén.

El Gobierno Federal es competente para hacer el contrato de Ferrocarril que solicita, por ser una vía que correrá paralela a nuestra línea divisoria con Guatemala, a menos de un kilómetro.
Habiendo estudiado varios contratos ferrocarrileros, ha tomado de ellos todas aquellas partes que le han parecido aplicables al caso presente, permitiéndose acompañar a usted una copia del proyecto de contrato, con el fin de que se haga el estudio en la Secretaría de su digno cargo, y usted tenga la bondad de indicarle las modificaciones que sean necesarias.

Como verá usted se ha permitido introducir dos modificaciones: una poniendo tarifas de fletes y pasajes relativamente elevados, y la otra, aumentando el derecho de vía a ciento veinte metros de extensión.

Ha aumentado las tarifas, porque siendo muy altos los jornales que se pagan en toda aquella región, pues con dificultad se consiguen trabajadores a dos pesos diarios, el costo del establecimiento de la vía va a ser muy crecido, y muy costosa su explotación.

Respecto de la anchura de la vía, se ha fundado en que la altura de muchos árboles pasa de cincuenta metros, y si se dejara la anchura de setenta que ha encontrado en los contratos que estudió, con frecuencia la caída de árboles originaría descarrilamientos y retardos; por otra parte, es necesario en esas regiones en donde llueve tanto, y la vegetación es tan exuberante, sembrar alguna grama de raíces profundas que necesita sol, pues en caso de no hacer ese operación habría necesidad de hacer continuos desmontes para conservar bien la vía.

Protesta a usted C. Secretario las seguridades de su más alta consideración y respeto.

México, Noviembre 4 de 1895

NOTA: En aquel entonces gran parte de aquella zona era una selva virgen, lo cual hace más admirable el proyecto en comento.


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