miércoles, 15 de abril de 2009

En todos lados se cuecen habas

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Al menos 15 personas murieron el pasado miércoles 4 de marzo por la mañana en Alemania, cuando un adolescente de 17 años, vestido con un atuendo militar negro, la emprendió a tiros en una escuela técnica cerca de Stuttgart (suroeste) antes de morir en un tiroteo con la policía.
Nueve de los muertos son alumnos de edades comprendidas entre 16 y 17 años, según la policía. Otros tres son profesores y otros tantos transeúntes. También habría una decena de personas heridas.
La policía identificó al sospechoso como Tim K., ex alumno de la escuela "Albertville" de Wennenden, localidad de 28.000 habitantes situada al noreste de Stuttgart, donde tuvo lugar el ataque. Y afirmó que murió en un enfrentamiento armado con las fuerzas del orden cuando intentaba huir.
Los medios de comunicación alemanes habían informado anteriormente de que el joven se había suicidado en el aparcamiento de un centro comercial tras haber secuestrado a un hombre en su automóvil, un Volkswagen Sharan, con el que el joven habría forzado una barrera policial en dirección a la autopista.
Según testigos citados por los medios de comunicación alemanes, el joven irrumpió en el establecimiento hacia las 09H30 (08H30 GMT) y comenzó a disparar indiscriminadamente sin decir palabra.
Según un periodista de la radio de Stuttgart, Philipp Grohm, el adolescente estaba armado con una pistola ametralladora.
"El asaltante simplemente abrió fuego a su alrededor", según un testigo no identificado citado por el canal de información NTV.
Según la página web del diario local Winnender Zeitung, el presunto autor del tiroteo sería un joven fichado por la policía.
Tras el tiroteo el agresor había huido en dirección del centro de la ciudad y las fuerzas del orden lo persiguieron con la ayuda de perros y helicópteros.
Las autoridades evacuaron la escuela y lanzaron una advertencia a los automovilistas que circulaban en el sector llamándolos por radio a no tomar autopistas.
Esta matanza recuerda en Alemania la pesadilla del 26 de abril de 2002 cuando un alumno de 19 años mató a 16 personas -12 de ellos profesores- en un instituto de educación secundaria antes de suicidarse.
En noviembre de 2006, se había evitado por poco un drama similar en Emsdetten (noroeste), cuando un ex alumno depresivo, vestido de negro y cargado de explosivos, había tomado por asalto una escuela de la ciudad hiriendo a 37 personas antes de suicidarse.
Y dos meses antes, un joven de 22 años había asesinado al director de una escuela y herido a otra persona en Freising, cerca de Múnich (sur).
El martes, en Estados Unidos, un hombre mató a por lo menos diez personas en Alabama (sureste), antes de suicidarse, según las autoridades.
¿Qué está pasando en el mundo? La respuesta que de inmediato surge en mi mente, las drogas. Y tiene que ser, las drogas llevan al embrutecimiento de las mentes, y por ende a la degradación del ser humano.
Pero los “sabios” legisladores de varios países, incluido México desde luego, quieren legalizar el consumo de las drogas, lo que puede interpretarse que hasta ellos ya fueron “tocados”.
Argumentan que así se acabará el negocio del narcotráfico, soslayando que estos “angelitos” –los narcotraficantes-- inventan cualquier cosa para hacer el mal y llenarse la bolsa de dinero. Los “eximios” legisladores olvidan que el consumo de drogas, principalmente los jóvenes, embrutece al ser humano, lo convierten en bestias, como se está viendo aquí, allá y acullá. Esto encamina a la destrucción de la humanidad.

sábado, 11 de abril de 2009

Actualidad venezolana

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

En un muy interesante ejercicio, el Centro de Política Hemisférica de la Universidad de Miami realizó un estudio enfocando solamente al tema: Venezuela, su futuro económico y político.
El estudio lo realizó la institución académica Amherts College, a raíz del referendo que permitirá a Hugo Chávez reelegirse indefinidamente. Precisamente en eso hace una comparación con el periodo que se vivió en México a finales del siglo XIX y principios del XX, denominado: porfiriato.
Javier Corrales, profesor de Ciencias Políticas del Amherst College de Massachusetts, aseguró que Hugo Chávez --hijo putativo de Fidel Castro, según parece-- sabía con precisión la necesidad –conforme a su estrategia dictatorial– de eliminar la “no-reelección”, concepto constitucional que, según el Profesor Corrales, toda Latinoamérica copió de México, como respuesta a las reelecciones indefinidas de Porfirio Díaz.
1.- Chávez se propuso –al igual que Porfirio Díaz-- eliminar la prohibición constitucional que le impedía reelegirse.
2.- Como copia al carbón de Porfirio Díaz, según Javier Corrales, Hugo Chávez se convierte en un “presidente discrecional”.
3.- Al igual que Porfirio Díaz, Hugo Chávez también surge de la milicia.
Según el Profesor Corrales, actualmente se puede observar en algunos países de Latinoamérica –Colombia, Perú, Brasil-- una cierta tendencia reeleccionista, a la que, sin embargo y como era de esperarse, diversas instituciones democráticas y algunos partidos políticos se han opuesto.
Aseguró también el profesor Corrales que “nadie ha podido llegar tan lejos como llegó Hugo Chávez, esto es para mí un evento político trascendental…, es una verdadera transformación de Venezuela, de un gobierno democrático a uno de un solo líder perpetuado en el poder”. Lo cual lamentablemente desdice de la posición democrática por la que tanto lucharon los venezolanos.
Lo dicho, el planteamiento no es descabellado: transitar de una dictadura militar a una dictadura de un solo hombre en el poder “per saecula saeculorum”, podría traer consecuencias catastróficas adicionales.
Por otra parte, respecto al petróleo –que es el principal sostenimiento de Venezuela-- el director del Instituto de Estudios Administrativos de Caracas Michael Penfold, recientemente señaló que los precios del crudo podrían obligar a la administración de Chávez a realizar nuevos ajustes en el segundo semestre del año.
También resulta previsible y toralmente una devaluación de la moneda; aunque --vale reconocerlo-- el hecho de consolidar su poder político lo posiciona de mejor forma ante el problema económico.
A pesar de todo, asegura Penfold, Venezuela no crecerá en los siguientes dos años. La razón es simple: no hay fuentes de crecimiento, porque la economía está soportada, únicamente, en la venta de petróleo.
Por otra parte. ¿Qué le preocupa a Barak Obama de lo que está viendo en Venezuela? Según Michael Shifter, Vicepresidente de Diálogo Interamericano de Washington DC, todo parece indicar que lo preocupante para Obama son las relaciones sospechosas y coquetas del bolivariano con países como Irán y Rusia.
De cualquier forma, se presume, por experiencias similares en otros países, que los venezolanos tienen un futuro nada halagüeño. Y es lógico suponer esto, pues son gente, cuando menos lo que yo se hasta ahora, amante de la libertad en toda su extensión. No me los imagino soportando un gobierno impositivo y que tome acciones al capricho de un sólo hombre.
Por otra parte, resulta chocante para cualquiera que un señor –como Hugo Chávez-- por el hecho que un gobernante de otro país haga algo que simplemente a él no le guste, se encoleriza y avienta epítetos insultantes a más no poder, y lo peor de esto es que le encanta hacerlo frente a las cámaras de los informadores para que den la vuelta al mundo. No creo que esto guste a un gran porcentaje de venezolanos.
El panorama para Venezuela se antoja obscuro bajo el imperio chavista. La pregunta es: ¿qué pasará? Pues el tiempo lo dirá.



Los hijos

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Estamos acostumbrados a hablar de los hijos como si se tratase de algo propio, de una “posesión”. Tenemos un coche, tenemos una casa, tenemos un libro, tenemos un perro y... “tenemos cuatro hijos”.
Gracias a Dios, el coche no va a exigir sus derechos, ni va a gritar que no nos quiere. Si no arranca, lo llevamos al taller. Si después de dos semanas de arreglos no funciona, lo vendemos al chatarrero. En cambio, si el niño “no arranca” en la escuela...
Es cierto que los niños nacen dentro de una familia, por lo que resulta natural que la familia asuma la responsabilidad de esa vida que empieza. Pero el niño tiene un corazón, un alma, y eso no es propiedad de nadie. La filosofía nos enseña que el alma, lo más profundo de cada uno, no puede venir de los padres, sino que viene de Dios. Los padres dan a su hijo el permiso para la vida y asumen la hermosa tarea de ayudarle, pero no pueden dominarlo como al coche o al perro.
Entonces, ¿cuál es la actitud más correcta ante el hijo que hoy “camina” a gatas por el pasillo y que pronto empezará a darse coscorrones en la cabeza? ¿Le dejamos hacer lo que quiera? Este era el sueño de Rousseau con su “creatura”, Emilio. No hace falta ser un gran psicólogo para comprender que el niño ideal de Rousseau llegaría a la juventud sólo por obra de un milagro... La realidad es que los padres están llamados a dar una formación profunda, correcta, clara, a sus hijos.
Primero enseñamos al niño normas de “seguridad”: no asomarse por la ventana, no meterse en la boca objetos peligrosos, no tocar animales extraños. Después, la búsqueda de la salud nos hace pedirle que tenga las manos limpias, que no se llene el estómago con caprichos, que no se rasque las heridas...
Simultáneamente enseñamos al hijo a hablar. Sus ojos cada día brillan de un modo distinto, y pronto su mundo interior, su corazón, se nos abre no sólo con las miradas, las manos y la sonrisa, sino con esas primeras y temblorosas palabras que empieza a decir con la confianza de ser acogido. Los padres que escuchan por vez primera “mamá”, “papá”, sienten muchas veces un vuelco en el corazón. El niño crece, y habla, y habla, y habla... Cuando ya ha aprendido un vocabulario básico, impresiona por su hambre de saber, de comunicar, de decir que nos quiere, o que ha dibujado un avión, o que ha visto una lagartija, o que acaba de encontrar un amigo de su edad...
Alguno podría pensar que la misión de los padres termina aquí, y que el resto le toca a la escuela.
Sin embargo, el hijo todavía tiene que aprender detalles de educación que van mucho más allá de las normas de supervivencia o del usar bien las palabras del propio idioma. Dar las gracias, pedir permiso, saludar a un maestro, prestarle un juguete al amigo, hacer los deberes en vez de contemplar lo que pasan por la tele...
La educación moral es uno de los grandes retos de toda la vida familiar. La mayor alegría que pueden sentir unos padres es ver que sus hijos son, realmente, buenos ciudadanos. El dolor de cualquier padre es darse cuenta de que su hijo hace lo que quiere y que empieza a engañar a los maestros, a robar del monedero de mamá, a golpear a los compañeros o hermanos más pequeños, e, incluso, a levantar la voz en casa contra sus mismos padres...
San Agustín se quejaba de que sus educadores le regañaban más por un error de ortografía que por una falta de comportamiento. La queja tiene una triste actualidad en quienes se preocupan más por el 10 de sus hijos en inglés que por la pornografía que vean en internet o por las primeras drogas que puedan tomar con los amigos. Si somos sinceros, es mucho mejor tener un hijo agradecido y bueno, aunque no sepa alta matemática, en vez de tener un hijo ingeniero que ni siquiera es capaz de interesarse por lo que les ocurra a sus padres ancianos...
Los hijos no son propiedad de nadie, ni de la familia, ni de la escuela, ni del Estado. Pero todos, especialmente en casa, estamos llamados a ayudar a los niños y adolescentes a crecer en su vida como buenos ciudadanos y como hombres de bien. Esa es la misión que reciben los padres cuando inicia el embarazo de cada niño. Quienes hemos tenido la dicha de tener unos padres que nos han ayudado a respetar a los demás, a amar a Dios y a vivir de un modo honesto y justo, nunca seremos capaces de darles las gracias como se merecen. Quienes no han tenido esta dicha... pueden, al menos, preguntar cómo se puede enseñar a los hijos a ser, de verdad, buenos, no sólo en la formación científica, sino en los principios éticos más elevados.
Esa es la misión que reciben los esposos cuando su amor culmina en la llegada de un hijo. Cumplirla puede ser difícil, pero la alegría de un hijo bueno no se puede comprar ni con todo el dinero del Banco Mundial...

Confesiones de un ser humano, humilde y creyente.

Enrique Galván-Duque Tamborrel

A mis queridos parientes y amigos:

Durante el transcurso de mi azarosa vida, he pasado por muchas pruebas que a mi se me antojaron harto difíciles. Momentos en que sentí que mis cimientos se quebraban, mas nunca me sentí sólo, sentí que alguien, y quien si no Dios, estaba a mi lado amortiguando mis desazón. Un día, de repente se prendió una luz en la oscuridad de mi mente y me dirigí a la librería más cercana a comprar una Biblia: la biblia de Jerusalén. Sin pensarlo, como autómata, abrí el libro y apareció el capítulo 5 de San Mateo: El Sermón del Monte. Pausadamente lo fui leyendo y empecé a meditar según avanzaba en la lectura. En un momento cerré el libro, sin perder la hoja que estaba leyendo, y empecé a reflexionar, y empecé a sentir un estremecimiento que invadía y cimbraba mi ser entero.
Así, a partir de ese día, en forma regular leía y releía ese pasaje sublime. ¡Dios estaba conmigo! Corregí errores, superé resabios, eliminé rencores, renació mi amor y respeto por mis semejantes –no estaba perdido pero si lleno de confusiones. Ahora, a los ochenta años de edad, espero paciente y tranquilamente el llamado del Dios. ¡Bendito sea el Señor!
Pero no estoy ocioso, el Señor me ha brindado las energías necesarias para mantener mi mente activa y aquí me tienen aprovechando el lado bueno de la moderna tecnología, ¡ah, si esta maravilla que es la cibernética se aprovechara únicamente para el bien y provecho de la humanidad, que lindo sería! Lamentablemente no es así, pero, pues ¡todo se pierde menos la fe!
Ante tanta bazofia que envuelve al mundo hoy día, resulta reconfortante leer, meditar y reflexionar el sublime mensaje bíblico:
SERMÓN DEL MONTE
Jesucristo
Según San Mateo (Capítulos 5 al 7)
CAPITULO 5
1.- Y viendo las gentes, subió al monte; y sentándose, se llegaron a él sus discípulos.
2.- Y abriendo su boca, los enseñaba, diciendo:
3.- Bienaventurados los pobres en espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos.
4.- Bienaventurados los que lloran: porque ellos recibirán consolación
5.- Bienaventurados los mansos: porque ellos recibirán la tierra por heredad.
6.- Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán hartos.
7.- Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos alcanzarán misericordia.
8.- Bienaventurados los de limpio corazón: porque ellos verán a Dios.
9.- Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10.- Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia: porque de ellos es el reino de los cielos.
11.- Bienaventurados sois cuando os vituperaren y os persiguieren, y dijeren de vosotros todo mal por mi causa, mintiendo.
12.- Gozaos y alegraos; porque vuestra merced es grande en los cielos: que así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
13.- Vosotros sois la sal de la tierra: y si la sal se desvaneciere ¿con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y hollada de los hombres.
14.- Vosotros sois la luz del mundo: una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
15.- Si se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, mas sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
16.- Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean lustras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
17.- No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino para cumplir.
18.- Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una gota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas.
19.- De manera que cualquiera que inflingiere estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, éste será llamado en el reino de los cielos.
20.- Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y de los Fariseos, no entrareis en el reino de los cielos.
21.- Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; más cualquiera que matare, será culpado del juicio.
22.- Más yo os digo, que cualquiera que se enojare locamente con su hermano, será culpado del juicio; y cualquiera que dijere a su hermano, Raca, será culpado del consejo; y cualquiera que dijere, Fatuo, será culpado del infierno del fuego.
23.- Por tanto, si trajeres tu presente al altar, y allí te acordaras que tu hermano tiene algo contra ti,
24.- Deja allí tu presente delante del altar, y vete, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente.
25.- Concíliate con tu adversario presto, entre tanto que estás con él en el camino; porque no acontezca que el adversario te entregue al juez, y el juez te entregue al alguacil, y seas echado en prisión.
26.- De cierto te digo, que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.
27.- Oíste que fue dicho: “No adulterarás”;
28.- Más yo os digo, que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
29.- Por tanto, si tu ojo derecho te fuere ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti: mejor te es que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
30.- Y si tu mano derecha te fuere ocasión de caer, córtala, y échala de ti: mejor es que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
31.- También fue dicho: Cualquiera que repudiare a su mujer, déle carta de divorcio:
32.- Más yo os digo, que el que repudiare a su mujer, fuera de causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio.
33.- Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No te perjurará; más pagarás al señor tus juramentos.
34.- Más yo os digo: No juréis en ninguna manera: ni por el cielo, porque es el trono de Dios.
35.- Ni por la tierra, porque es el estrado de tus pies, ni por Jerusalem, porque es la ciudad del gran Rey.
36.- Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer un cabello blanco y negro.
37.- Más sea vuestro hablar: Sí, sí; No, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
38.- Oíste que fue dicho a los antiguos: Ojo por ojo, y diente por diente.
39.- Más yo os digo: No resistáis al mal; antes a cualquiera que te iriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra;
40.- Y al que quisiere ponerte a pleito y tomarte tu ropa, déjale también la capa;
41.- Y a cualquiera que te cargare por una milla, ve con él dos.
42.- Al que te pidiere, dale; y al que quisiere tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
43.- Oíste que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
44.- Más yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los os ultrajan y os persiguen.
45.- Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos: que hace que su sol salga para malos y buenos, y llueve sobre justos e injustos.
46.- Porque si amareis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿no hacen lo mismo los publicanos?
47.- Y si abrazareis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿no hacen también así los Gentiles?
48.- Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

CAPITULO 6
1.- Mirad que no hagáis vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos: de otra manera no tendréis merced de vuestro Padre que está en los cielos.
2.- Cuando pues haces limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para ser estimados de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su recompensa.
3.- Mas cuando tú haces limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha;
4.- Para que sea tu limosna en secreto: y tu Padre que ve en secreto, El te recompensará en público.
5.- Y cuando oras, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su pago.
6.- Mas tú, cuando oras, éntrate en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.
7.- Y orando, no seáis prolijos, como los Gentiles; que piensan que por su parlería serán oídos.
8.- No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
9.- Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
10.- Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11.- Danos hoy nuestro pan cotidiano.
12.- Y perdónanos nuestras deudas, como también perdonamos a nuestros deudores.
13.- Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal: porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
14.- Porque si perdonareis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.
15.- Mas si no perdonareis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
16.- Y cuando ayunáis, no seáis como los hipócritas austeros; porque ellos demudan sus rostros para parecer a los hombres que ayunan: de cierto os digo, que ya tienen su pago.
17.- Mas tú, cuando ayunas, unge tu cabeza y lava tu rostro;
18.- Para no parecer a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto: y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.
19.- No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompe, y donde ladrones minan y hurtan;
20.- Mas haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan ni hurtan:
21.- Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón.
22.- La lámpara del cuerpo es el ojo: así es que, si tu ojo fuera sincero, todo tu cuerpo será luminoso:
23.- Mas si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo será tenebroso. Así que, si la lumbre que en ti hay son tinieblas, ¿cuántas serán las mismas tinieblas?
24.- Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se llegará al uno y aborrecerá al otro: no podrá servir a Dios y a Mammón.
25.- Por tanto os digo: no os congojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?
26.- Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mejores que ellas?
27.- Mas ¿Quién de vosotros podrá, congojándose, añadir a su estatura un codo?
28.- Y por el vestido ¿por qué os congojáis? Reparad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan;
29.- Mas os digo, que ni aun Salomón, con toda su gloria, fue vestido así como uno de ellos.
30.- Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
31.- No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué nos cubriremos?
32.- Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester.
33.- Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34.- Así es que, no os congojéis por el día de mañana; que el día de mañana traerá su fatiga: basta al día su afán.

CAPITULO 7
1.- No juzguéis, para que no seáis juzgados.
2.- Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados; y con la medida con la que medís, os volverán a medir.
3.- Y ¿por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu ojo?
4.- O ¿cómo dirás a tu hermano: Espera, echaré de tu ojo la mota; y he aquí la viga en tu ojo?
5.- ¡Hipócrita! Echa primero la viga de tu ojo, y entonces mirarás en echar la mota del ojo de tu hermano.
6.- No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos; porque no las rehuellen con sus pies, y vuelvan y os despedacen.
7.- Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
8.- Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abrirá.
9.- ¿Qué hombre hay de vosotros, a quien si su hijo pidiere pan, le dará una piedra?
10.- ¿Y si le pidiere un pez, le dará una serpiente?
11.- Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos, dará buenas cosas a los que le piden?
12.- Así que, todas las cosas que quisierais que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas.
13.- Entrad por la puerta estrecha: porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a perdición, y muchos son los que entran por ella.
14.- Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y poco son los que la hallan.
15.- Y guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, mas dentro son lobos rapaces.
16.- Por sus frutos los conoceréis. ¿Cógense uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
17.- Así, todo buen árbol lleva buenos frutos; mas el árbol maleado lleva malos frutos.
18.- No puede el buen árbol llevar malos frutos, ni el árbol maleado llevar buenos frutos.
19.- Todo árbol que no lleva buen fruto, córtese y échese en el fuego.
20.- Así que, por sus frutos los conoceréis.
21.- No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos: mas sí el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en el reino de los cielos.
22.- Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor”. ¿no profetizamos tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
23.- Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mi, obradores de maldad.
24.- Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la peña;
25.- Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y combatieron aquella casa; y no cayó: porque estaba fundada sobre la peña.
26.- Y cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;
27.- Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, e hicieron ímpetu en aquella casa; y cayo, y fue grande su ruina.
28.- Y fue que, como Jesús acabó estas palabras, las gentes se admiraban de su doctrina.
29.- Porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.


lunes, 6 de abril de 2009

¿Somos pobres los mexicanos?

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel
RICARDO GARCÍA, que radica en la Ciudad de México, le envió a su amigo JUAN HERNÁNDEZ, que radica en los EE.UU., un correo electrónico haciéndole notar, entre otras cosas, que los mexicanos somos pobres.
En su respuesta, Juan le dice:
«Mi querido amigo, cómo se ve que los árboles no te dejan ver el Bosque. Cómo puedes llamarte pobre, cuando eres capaz de pagar por un metro cúbico de agua más del doble de lo que pago yo. Cuando te das el lujo de pagar tarifas de electricidad y de teléfono un 60% más caras de lo que me cuestan a mí. Pagar comisiones por servicios bancarios y tarjetas de crédito del triple de lo que aquí nos cuestan. O cuando por un carro que a mi me cuesta US $ 20,000 tú puedes pagar US $38,000 porque tú sí puedes darte el gusto de regalarle $ 18,000 dólares al gobierno y nosotros no.
¡Ricardo, verdaderamente NO TE ENTIENDO! Pobres somos nosotros, los habitantes de la Florida, por eso el Gobierno Estatal, teniendo en cuenta nuestra precaria situación financiera, nos cobra sólo el 2% de IVA (hay otro 4% que es Federal; total = 6%) Y no 15% como a ustedes los ricos que viven en México.
Además, son ustedes los que tienen "Impuestos de Lujo" como: El IEPS (por gasolina y gas, alcohol, cigarros, puros, cerveza, vinos, etc.) que alcanza hasta el 120% del valor original, y los otros como: ISR (impuesto sobre las utilidades y sueldos), ISAN (impuesto sobre automóviles nuevos), RENAVE (registro nacional de vehículos), IMPUESTO AL ACTIVO (impuesto a los bienes de las empresas), IMPUESTO LOS INVENTARIOS (impuesto a las mercancías de las empresas), TENENCIAS y PLACAS (impuesto por uso de automóvil), 2% s/NOMINA (impuesto al valor de nómina de las empresas además el IMSS Y EL SAR), 2% s/HOSPEDAJE; (impuesto adicional por renta de habitación hotelera), y dichoso que todavía te das el lujo de pagar IVA por estos impuestos.
Además de todos los tramites y pagos estatales y municipales. Porque si ustedes no fueran ricos, ¿qué sentido tendría tener unos impuestos de ese calibre? ¿POBRES?, ¿de dónde? Caray amigo, realmente no sé de donde sacas ese argumento.
Un país que es capaz de cobrar el ISR POR ADELANTADO como México, necesariamente tiene que nadar en la abundancia porque considera que los negocios de la nación y de todos sus habitantes siempre tendrán ganancias a pesar de saqueos y asaltos, mordidas, huracanes, temblores e inundaciones y por supuesto de seguro que todos deben de ganar muchísimo.
Los pobres somos nosotros que NO pagamos Impuesto sobre la Renta si ganamos menos de US $3,000 al mes POR PERSONA (más o menos 35, 000.00 pesos mexicanos).
Y allí pagan policía privada, mientras que nosotros nos conformamos con la pública. Allí hasta envían a los hijos a colegios privados y mira si seremos pobres aquí en EE.UU., que las escuelas públicas te prestan los libros de estudio previendo que no tienes con qué comprarlos.
A veces me asombra la riqueza de ustedes allá, que piden un préstamo cualquiera, y son capaces de pagar 38% anual de intereses, como mínimo. ¡¡¡ ESO ES SER RICO!!! No como aquí, que apenas llegamos al 8% (generalmente 7.8%), justamente porque NO estamos en condiciones de pagar más.
Supongo que, como todo rico, tienes un carro y que estás pagando un 8 o 10% anual de seguro; si te sirve de información, yo pago solo US$345 por año. Y como te sobra el dinero, tú si puedes efectuar pagos anuales de aproximadamente US$1,000 por concepto de eso que ustedes llaman TENENCIA, mientras que acá nosotros no podemos darnos esos lujos y cuando mucho pagamos US$15 dólares anuales por el STICKER sin importar qué modelo de auto manejes, pero, claro, eso es para gente apretada de recursos que no puede erogar los enormes flujos que ustedes los mexicanos manejan.
Saca la cuenta. ¿Quién es el rico, y quién el pobre?
Por ultimo, más del 20% de la población económicamente activa en México NO TRABAJA. Aquí, en cambio, solo hay un 4% en la misma situación. ¿No te parece que el vivir sin trabajar es un lujo que sólo los ricos se pueden dar? No me explico cómo puede subsistir un país en donde esa cantidad de gente se le pase no sólo sin hacer nada, sino además perjudicando a terceros, ¡imagínate el costo!, y ¿de dónde sale eso? ¿De qué viven? ¿En qué ayudan? No, francamente no lo entiendo, sólo un país rico puede soportar eso y no obstante salir adelante.
Vamos, mano; te quedaste en México porque eres RICO. Son los pobres como yo los que nos fuimos a probar suerte a otros lados y, porqué no decirlo, en busca de un entorno en donde la democracia y la libertad sean efectivas y no mitos como sucede, y lo digo con dolor, en nuestra querida Patria, porque eso si: yo me sigo sintiendo muy mexicano, lo que pasa es que ni modo hay que buscarle.
Otra cosa, que no va con un país pobre, a los funcionarios federales, estatales y municipales, les paga el pueblo, además de lo que se roban, una lanota de sueldo. Y a los negociotes esos que montan los políticos llamados Partidos les regalan, ¿para qué?, unos buenos millonzotes de pesos.
Qué envidia ¡¡ESO SÍ ES VIVIR EN LA RIQUEZA!!
Por otra parte y antes concluir esta misiva, quiero referirme a un caso que aquí sonó relativamente pero que me he enterado por las noticias que en México ha provocado mucho revuelo --para variar entró en acción el primer poder que es la televisión que construye mitos y destruye realidades según haya marmaja-- y es el asunto de Elvira Arellano.
Pero antes, quiero explicarte que todos los inmigrantes mexicanos en este país básicamente estamos divididos, la gran mayoría, en dos grandes grupos: los que llegamos con la ilusión de trabajar creativamente respetando las leyes, costumbres, tradiciones y cultura en general de este gran país que nos ha brindado oportunidades que no teníamos en nuestro país donde nacimos, y que a pesar de todo nunca olvidamos porque lo llevamos muy adentro; en este grupo me considero yo. El otro grupo, a el que lamentablemente pertenece está conformado por ma mayoría relativa, es el que no les importa respetar la ley, quieren que todo les caiga del cielo, nunca están conformes y son los que siempre andan borloteando. Este grupo es al que le temen los gringos, porque sienten que les quieren cambiar sus costumbres y cultura en general, cosa a la que cualquier país del mundo tiene derecho. A este grupo pertenece Elvira Arellano.
Elvira vino a este país igual a como venimos todos, cuando menos la gran mayoría, sin documentos que nos permitiera trabajar aquí, pero mientras muchos nos preocupamos por investigar los requisitos y tratar a toda costa arreglar lo necesario con absoluto respeto a las leyes y a las formas; otros, como ya dije, lamentablemente se pitorrearon de este y se esconden, falsifican documentos, etc., procedimiento que equivocadamente siguió ella. Puede ser que en el fondo sea buena persona, pero en eso se equivocó rotundamente y se convirtió en delincuente, cosa que a los gringos les molesta, con toda razón, sobremanera. Después, cuando es descubierta, recibe un citatorio judicial y lo manda al caño y en vez de acudir responsablemente, se refugia en una iglesia y manipula a su hijo –un niño todavía-- y lo manda a México para que haga la llorona y pida ayuda a las autoridades mexicanas. Con esta acción involucra a un inocente que no tiene la culpa de los errores de su mamá lo convierte en tapadera. Finalmente las autoridades de acá, que podían haberla incluso encarcelado, la deportaron a México; pero después, según me enteré, fue a hacerle la llorona al Presidente Calderón para pedirle un cargo honorario de diplomática para así regresar, con inmunidad diplomática a vivir tranquilamente a este país, vaya desfachatez. Lo que no sabe ella es que para cumplir ese deseo, en el supuesto de que lo otorgaran, necesita el beneplácito del gobierno de acá, y eso está por verse.
Mira Ricardo, acá no te digo que no subsista la discriminación y el racismo, los hay pero en condiciones mínimas, tolerables y manejables, si lo comparamos con los que había hace unos 50 años. Pero seamos francos, creo que esas dos grandes lacras existen en todos los países del mundo, no vayamos más lejos, en México las hay. Acá lo que pasa principalmente, como ya lo asenté antes, es que los gringos son muy celosos con salvaguardar sus costumbres y cultura, y esto, a mi leal saber y entender, es lo que los ha mantenido con el nivel de vida tan alto con relación a cualquier otro país del orbe y de ahí parte la idea generalizada en el mundo del “sueño americano”.
Finalmente mi buen amigo, a pesar de los costos más altos a que te hice referencia al principio de la presente, nuestra vida es buena y no nos podemos quejar, al contrario; la lucha es ardua y se tiene que trabajar mucho, con un sentido de responsabilidad que francamente en México no se tiene, pero todo tiene una buena compensación. Mi esposa es también nacida allá, su situación migratoria es como la mía, pero vivimos tranquilamente y sin zozobras en espera de que nos otorguen la nacionalidad estadounidense. Ambos pensamos que una vez que obtengamos la naturalización nuestro comportamiento será –como de hecho ya lo es-- de amor y respeto a todo lo que significa este gran país que nos acogió, pero por toda la vida guardaremos en nuestra mente y corazón el cariño a México y a nuestras raíces. Nuestros tres hijos nacieron acá y claro que ellos se sienten totalmente estadounidenses, y es natural, pero aún así, hemos procurado enseñarles nuestro idioma nativo y es el que usamos en casa y sienten el amor al país de origen de sus padres que obviamente les transmite nuestra sangre mexicana.
Bueno Ricardo, después de esta kilométrica carta –creo que mero te escribo un libro-- te mando un fuerte y afectuoso abrazo y ahí luego me platicas cómo les va con el nuevo presupuesto del año próximo, lo que sí es que, después de unos agarrones interpartidistas y negociaciones turbias entre los diputados, seguro que les endilgarán más impuestos. Pero, bueno, eso es lo de menos cuando se tiene lana con que pagarlos. Tú pobre amigo emigrante. JUAN HERNÁNDEZ»
Y después nos quejamos de que estamos amolados.

Salud en acción: Tai-Chi Chuan

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Mens sana in corpore sano

El Tai-Chi Chuan ha aumentado significativamente sus adeptos en los países occidentales durante las últimas décadas, no sólo por ser un sistema de ejercicios práctico, efectivo para mantener la salud y de gran belleza a la vista, sino también porque casi cualquier persona puede practicarlo.
Cada vez es más común ver numerosos grupos de gente en centros especializados, alamedas y espacios abiertos realizando ejercicios de Tai-Chi Chuan ("boxeo máximo-supremo", en chino) y, ante todo, la participación entusiasta de personas de la tercera edad que realizan sus movimientos de manera puntual y estética.
Deténgase un momento a ver estas prácticas, observe bien, con calma, dejándose llevar por los desplazamientos, y descubrirá algo muy atrayente en esta especie de danza combinada con movimientos de combate: no sólo la sincronización o elasticidad y fuerza de los individuos, sino la serenidad y paz interior que tienen para ejecutar sus rutinas. No se equivoca, pues el Tai-Chi beneficia en ambas vertientes, física y mental.
Como otras artes curativas chinas, esta disciplina marcial (budo) parte de la idea de que el ser humano contiene energía vital o "Qui" (se pronuncia "chi") que fluye a través de 12 canales o meridianos que recorren todo el cuerpo y conectan a brazos, piernas y manos con las vísceras abdominales u "órganos internos" (hígado, corazón, páncreas, riñones y sistema digestivo), de forma que, según esta tradición oriental, las enfermedades se deben a malos hábitos alimenticios, posturas incorrectas, estrés o ansiedad que obstruyen la circulación de energía.
Así, los movimientos del Tai-Chi y sus ejercicios respiratorios están concebidos para abrir los bloqueos de los meridianos y volver a permitir el libre flujo de energía vital que estimule a los órganos internos para, finalmente, lograr un equilibrio entre fuerzas interior y exterior (yin y yang).
Por ejemplo, en una serie conocida como "los ocho ejercicios de Zhong Li" se incluyen movimientos como "apuntar a un águila lejana", en el que las piernas se flexionan, dejando el tronco recto, como si el ejecutante montara a caballo, mientras manos y cuello realizan desplazamientos rítmicos coordinados con exhalaciones e inhalaciones, lo que mejora la respiración y las funciones circulatorias, y al mover los brazos se estimula la circulación en los meridianos que se conectan con pulmones e intestino grueso.
También hay rutinas en las que la cintura se flexiona hacia el frente, con los brazos estirados, hasta tocar la planta de los pies, de modo que los tendones de piernas y brazos se ejercitan, mejora el equilibrio y la energía vital se dirige hacia los riñones. En otros más se hace hincapié en la respiración, por lo que contribuyen a disminuir la tensión ocasionada por estrés.
Aunque también hay movimientos en que se necesita apretar los puños y visualizar defensa o ataque ante un contrincante, el exagerado aumento de masa muscular u otras situaciones extremas no son perseguidas por el Tai-Chi; más bien, fuerza y elasticidad deben desarrollarse en equilibrio, de forma que la energía vital no se vuelva demasiado rígida, pero tampoco se disperse.

Beneficios

El Tai-Chi ofrece una alternativa al ejercicio físico. En la mayoría de los deportes modernos, incluyendo las artes marciales, el grado de preparación física requerido excluye a quienes no están suficientemente dotados o carecen de fuerza para participar y disfrutarlos. Por el contrario, el arte marcial que nos ocupa no exige capacidades superiores en cuanto a coordinación o agilidad, no precisa la concentración de fuerza muscular o resistencia especial, ni pone como obstáculo la edad del practicante.
Asimismo, el beneficio y la destreza físicos que genera aumentan con los años en vez de disminuir. No es una disciplina para especialistas y, hacemos hincapié en esto, todo el mundo puede practicarla. Entre sus beneficios a la salud física encontramos:
-Fortalecimiento gradual de todo el cuerpo.
-Estimulación de la circulación sanguínea.
-Ayuda a desaparecer tensión nerviosa, estrés, ansiedad, fatiga, depresión y confusión.
-Mejora fuerza, capacidad de movimiento, equilibrio y resistencia física.
-El trabajo corporal fortalece al esqueleto, por lo que ayuda a aliviar dolencias óseas y de las articulaciones, incluso generadas por artritis.
-La rotación de pelvis activa los músculos abdominales, y el trabajo rítmico del diafragma al respirar produce masaje interno continuo, en particular sobre estómago e intestinos, de manera que se mejora el funcionamiento del aparato digestivo.

-El manejo controlado de inhalaciones y exhalaciones permite mantener una temperatura corporal estable, de modo que se contrarrestan las enfermedades causadas por cambios climatológicos.

-Fortalece la vitalidad y frena el envejecimiento prematuro.

-Proporciona sensación de bienestar y calma interior.

-Los giros ayudan a mantener la columna vertebral saludable.

-Permite relajar hombros y brazos, así como liberarlos de tensiones ocultas provocadas por posturas anómalas.

-Reduce considerablemente las enfermedades ocasionadas por estrés, cardiovasculares, respiratorias y músculo-esqueléticas.

-Es adaptable a individuos de alto riesgo en enfermedades cardiovasculares o como parte de un programa de rehabilitación.

Puede apreciarse así que la máxima contribución del Tai-Chi radica en conjugar bienestar físico con el mental y emocional, lo que lo diferencia de otras artes marciales; aunque se basa en el manejo de energía, no la encauza a defensa o combate, sino a restituir la salud del practicante, proceso que inicia con el reconocimiento de los esquemas de desequilibrio, estrés y conflicto que ha acumulado a lo largo de su vida.

De ahí que sus practicantes coincidan en señalar que esta disciplina les permite enfrentar decorosamente las agresivas condiciones urbanas, tráfico, ritmo vertiginoso y ruido u otras presiones.

Para todo mundo

El Tai Chi es un ejercicio físico y mental apto para todas las edades, que tiene la característica de poder ajustarse a diferentes estados de salud, estructuras corporales, tiempo disponible para su práctica, estado mental y hasta personalidad del ejecutante.

Al igual que las demás artes marciales suaves, chinas o japonesas, sólo recomienda un mínimo de edad, pero no un máximo. El trabajo es lo suficientemente complejo, desde el punto de vista mental, para que desaliente a niños muy pequeños, y poco agresivo para la mayoría de los adolescentes, que prefieren dedicarse a disciplinas que requieren mayor despliegue físico.

Cabe aclarar que el Tai-Chi puede ser abordado desde cualquier punto de vista, pero a la larga los practicantes descubrirán sus virtudes como disciplina integral. Quienes recurran a él para aprender una arte marcial encontrarán también su propia naturaleza espiritual, y los que deseen practicarlo para manejar estrés o desarrollarse mentalmente, se sorprenderán por el manejo físico y corporal que deben realizar para cumplir su objetivo.

Por último, es de mencionarse que el Tai-Chi favorece la convivencia y compañerismo, pues durante su práctica se desvanecen las diferencias entre quienes realizan los movimientos (sexo, edad, procedencia) y se establece un tipo de comunicación basado en el entrenamiento y el lenguaje silencioso del tacto, así como el desenvolvimiento corporal.

Recuerde, todas la personas son capaces de aprender Tai-Chi, más aun aquellas de la tercera edad que pueden aprovecharlo al máximo debido a que han aprendido a valorar el silencio y la contemplación. Convénzase y practíquelo, es una experiencia que disfrutará ampliamente.

¿Qué se debe?

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel


No es que las cosas se hayan puesto mucho más caras; es que nuestros bolsillos andan mucho más depauperados. Y, al escuchar el precio de las cosas, uno siente cómo el tembleque le sube desde el bolsillo hasta el cerebro. Y el cerebro se queda pasmado y como de una pieza de hielo... « ¡Dios mío, cuánto cuesta vivir!», suele exclamar uno. Sobre todo si «uno» -o mejor, «una»- es ama de casa tirando del carrito de la compra, padre de familia ante el presupuesto doméstico o usuario frente a cualquier factura de teléfono, agua o chapucilla de fontanero.
Por eso no sé si nos quedaríamos infartados por la emoción o zapatearíamos de contento si, al formular el fatídico interrogante de « ¿Qué se debe?», nos respondiesen con un: «No se debe nada... Gratis, por ser para usted» « ¡¿que, qué?!», se diría uno ante tan inesperada y colosal noticia.
Bueno pues, en realidad, no haría falta preguntar. El mundo rebosa de cosas, sensaciones, placeres, premios, galardones y gratificaciones que son gratis, de balde, de oquis y por nuestra cara bonita. Como lo escuchan. Como lo escuchamos.
Lo que pasa es que pasa precisamente lo contrario: que no oímos. Nuestras materializadas orejas son incapaces de escuchar los maravillosos y seductores cantos de sirena de estos dones gratuitos que nos rodean.
Muchas veces nos comportamos, bobamente, como si lo que no tiene un precio no poseyese ningún valor, como si lo que es de balde fuese, consecuentemente, despreciable.
Pues... ¡Se acabó! Creo yo que hay que entrar a saco y a mansalva en este inmenso supermercado de dones gratuitos que es nuestra vida, la de todos, y salir cargadísimos de regalos; de todo eso que la existencia ofrece -y que es muchísimo- sin pedir un céntimo.
«Sírvanse ustedes mismos -nos dice el mundo-, que es gratis»: el sol y la lluvia, pasear, una carcajada, discutir, apretar una mano hermosa deformada por el artritismo y el trabajo, escuchar la cháchara tonta e ilusionada de los críos...
Es gratis jugar a las adivinanzas, intercambiar recuerdos, solucionar en una tertulia los problemas del tráfico de las ciudades.
Es gratis contemplar minuciosamente los árboles que bordean un camino y las matas de jara y tomillo que pueblan un monte.
Es gratis caminar tranquilamente por la playa recontando los restos, los hermosos guijarros y las inverosímiles conchas que ha dejado sobre la arena el naufragio cotidiano.
La soledad es gratuita y no totalmente horripilante. No siempre es pavoroso quedarse unos minutos, unas horas, unos días a solas y ahondar hasta las raíces de uno mismo para ver qué ha quedado atesorado en las entretelas del alma.
Los amigos son gratis, salvo esas veces que piden tabaco o dinero. La amistad es un esparcimiento, un esponjamiento del espíritu que está ahí, cada instante, para que recarguemos las baterías de la felicidad.
También el dolor es gratis y, aunque a primera lectura, suene a burrada, hay que aprovecharlo: del dolor salen el temple, la paciencia, la fortaleza, que son otros regalos de aquí te espero.
Es gratis sonreír, pedir que se haga justicia y opinar sobre la guerra y la paz. Es gratis escuchar la música de una noche tranquila, cuando los coches y los hijos se han ido a dormir. Y es gratis disfrutar de la percusión de un chaparrón sobre el asfalto bien arrebujaditos entre las mantas de nuestra cama.
Es gratis dejarse empapar por el olor a tierra mojada. Y es gratis, salvo que diga lo contrario un guardia forestal, rozar la hoja peluda y cálida de una higuera.
El inventario, obviamente, no es exhaustivo ni pretende serlo: es el que se me ha ocurrido en unos pocos minutos, harto ya de pagar, cuando el uso de la tarjeta de crédito se me ha puesto en la coronilla... Completar o cambiar esta lista de dones de balde también es gratis, para que vean... Lo único que hace falta es un poco de tiempo. Y no crean a pies juntillas eso que se dice tanto de que el tiempo es carísimo, «oro»: El tiempo es otro regalo que nos pusieron en las manos desde el principio de los tiempos.

Muerte, ¿dónde está tu victoria?

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Aun resuena en mi mente de mis aquellos, ya muy lejanos, 17 años, la palabra ronca de un sacerdote ya mayor, añadiendo como coletilla a sus pláticas de ejercicios cuaresmales: “Mira que te has de morir. Mira que no sabes cuándo.”
No obstante, se ha caído en una gran trampa, porque se ha predicado, presentado, explicado con sermones y charlas cuaresmales todo el contenido de la cuaresma, con su contenido de conversión, como objetivo principal, como lo nuclear, como lo principal, como lo esencial del misterio al cual la misma Cuaresma nos está preparando: la Resurrección de Jesucristo, al tercer día, de entre los muertos.
Y la Cuaresma nos ha preparado con horas extras, horas durante todos los días y aún antes de la Cuaresma, renovando y sacando a la luz un año más, todos los símbolos y gestos de un arrepentimiento y conversión vacíos de Jesucristo y llenos de nuestros sentimientos de un oscuro pesar, no sabemos de qué.
Acabada la Cuaresma, se acabó todo. Se acabó todo esfuerzo y todo proyecto de futuro de la renovación, de la conversión de nuestra vida.
El único proyecto era la Cuaresma, con todo su folclore, de procesiones de kilómetros, a recorrer en 16, 20 o más horas, pasos o carrozas con figuras de la Pasión de Jesucristo, penitentes y flagelantes, encaperuzados, nazarenos con cadenas o con cruces, costaleros, sangrándoles los hombros de pujar los pasos o carrozas.
¡Qué gran trampa! Porque lo importante no es la cuaresma, momento, etapa de preparación al Gran Misterio. El período de Cuaresma queda desproporcionado en su intensidad y vivencia. Lo importante, qué digo importante, lo fundamental, es la Resurrección del Hijo de Dios de entre los muertos.
“Muerte, ¿dónde está tu victoria? Muerte ¿dónde está tu aguijón?”
Se me va la imaginación por lo que conozco: Semana Santa de Andalucía, de Castilla, de Ixtapalapa, o de Taxco, aunque digan que es diferente. Llega el Sábado Santo y todo se acabó. Ya hemos acabado. Los recuerdos de nuestros pecados, de nuestros arrepentimientos, quedan aparcados. Ahora, a descansar de tantos trabajos extra, que hemos tenido en los cuarenta días y sobre todo de esa gran Semana, que la llamamos Santa, en la que nos volcamos y quedamos vacíos en cuerpo y mente para vivir el Gran Misterio al que todo ese periodo o etapa nos había preparado. Todo se acabó, todo se acabó. Llegamos al final. Adiós Resurrección, para la que nos estaba preparando. Estamos cansados y hartos ya de tanto “trajín”.
LA RESURRECCIÓN DEL HIJO DE DIOS DE ENTRE LOS MUERTOS... ya hablaremos más tarde, que ahora estamos cansados, agobiados, de procesiones, y todo lo demás de la Cuaresma. UHF! 40 días y más, trabajando y preparando para que todo salga bien. Las procesiones de “pasos” de imágenes preciosas, las bandas de música con ensayos y ensayos, los vía crucis procesionales con cruces penitenciales a los hombres y los cirios y los hachones, y los quinarios de dolor...
Para qué todo este esfuerzo, todo este tinglado de millones y millones, para que todo salga bien y se vea bonito, que esté bien, que guste y satisfaga a todos, por esa tendencia del ser humano, harto de tensiones, a descargarse de sus tensiones internas, de su culpabilidad, por cierto masoquismo de toda esta Cuaresma que hemos montado y que cada vez degenera en un gran espectáculo y un trajinar en las parroquias, preparando todo...
La Semana Santa ya se comercializó, nadie la entiende, todo es fiesta pagana, termina la fiesta y la humanidad sigue en lo mismo: asesinatos, secuestros, violaciones, asaltos, droga, guerra, etc., etc. Pero aquello de: “Amaos los unos a los otros”; “Ama a tu prójimo como a ti mismo”; “No le hagas a nadie lo que no quieres para ti”, el amor que Jesucristo predicó con el ejemplo, ¡Ah!, eso… eso es para los tarugos y dejados.

¡Por favor seres humanos….!

¡IMITEMOS A CRISTO!

domingo, 5 de abril de 2009

Migración indígena en el Istmo de Tehuantepec

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel


Desde las primeras décadas de siglo XX, la afluencia de migrantes indígenas hacia las ciudades meridionales del estado de Veracruz, se ha visto favorecida por la infraestructura y la red de comunicaciones que conecta los dos extremos del Istmo de Tehuantepec. De ahí que en la actualidad residen cerca de 25 mil zapotecos en el área, quienes representan el 30% de los indígenas de esa etnia, que habitan en la mencionada franja territorial.
Como parte del proyecto Etnografía de las regiones indígenas de México en el Nuevo Milenio –iniciativa del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) — un equipo de investigadores coordinados por el doctor Saúl Millán Valenzuela, se dio a la tarea de conocer la evolución que, a lo largo de un siglo, ha tenido ese fenómeno en el Istmo de Tehuantepec.
En 1938 se construyó la carretera transístmica que conectó a los puertos de Salina Cruz, Oaxaca, y Coatzacoalcos, Veracruz, donde se ubican dos de las refinerías más importantes de PEMEX. El corredor industrial que marca esta ruta, se prolonga más tarde hacía el área que se extiende entre Minatitlán y Cosoleacaque, poblaciones veracruzanas.
Sin embargo, apuntó el etnólogo, la migración indígena en el Istmo de Tehuantepec se ha desarrollado en distintas etapas de mayor y menor intensidad durante una centuria. La primera comprende un periodo originario que puede situarse entre la segunda mitad del siglo XIX y que estuvo esencialmente marcada por la construcción del ferrocarril Transístmico entre 1870 y 1890.
Con el descubrimiento de yacimientos petroleros en el sur de Veracruz, a principios del siglo XX, y la fundación de la primera refinería de Minatitlán, hubo una importante atracción de contingentes de mano de obra zapoteca. Fuentes de la época indican que en ese periodo, la población de Tehuantepec estaba distribuida en más de sesenta oficios.
“Lo anterior, contrastaba con el carácter rural y agrícola que identificaba a los grupos indígenas colindantes, como era el caso de los mixes de Guichicovi y los zoques de los Chimalapas, además de aquellos municipios zapotecos de la periferia. Entre ellos: El Espinal y Chihuitán, que poseían las mismas características de los anteriores, respecto al mercado de trabajo”.
“La segunda etapa se prolongó entre la formación de la primera refinería y la expropiación petrolera de 1938 y la explotación de los yacimientos: Las Choapas y Nanchital. La antigua migración temporal, se convierta entonces en permanente, y tiene como destino la ciudad de Minatitlán”
Hacia los años cincuenta, la migración se había traducido en un proceso recurrente y establecido: el emigrante zapoteco ingresaba como empleado temporal, ponía en marcha sus relaciones familiares y de compadrazgo al interior de los zapotecos residentes, y por esta vía pasaba a formar parte de la comunidad del grupo establecido en Minatitlán, mediante la obtención de una plaza permanente en PEMEX:
Esta red solidaria entre paisanos no se explica sin el dominio que los zapotecos ejercieron en el sindicato de la paraestatal. Ellos fueron capaces de extender el entramado de relaciones el entramado de relaciones regionales gracias a los contactos con los líderes sindicales, lo que con el tiempo permitió formar el Frente Liberal Sindicalista, el cual llegó al control de la organización en 1959.
“Hoy en día, el sindicato está dirigido por hijos de zapotecos, ya nacidos en Veracruz, y las estimaciones más recientes indican que aproximadamente 60% de los empleados de PEMEX tienen ese origen. A pesar del control que aún mantienen los zapotecos del sindicato, sobre todo en Minatitlán, cada vez se comparte más con los veracruzanos”.

La década de los setenta representó la cúspide de la expansión demográfica y laboral de los zapotecos en el Istmo veracruzano. A partir de esa fecha, el número de sus miembros en la zona significó cerca del 25% de los que habitaban el Istmo Oaxaqueño; 22 mil habitantes de esa lengua indígena residían de manera permanente en las ciudades de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.

No obstante a lo largo de los últimos diez años del siglo pasado, la nueva política petrolera se encaminó hacia recortes masivos de personal que inhibieron en buena medida la intensa migración regional hasta el punto de detenerla por completo. Mientras el panorama veracruzano empieza a dar muestras de agotamiento, Salina Cruz pasa a ser la ciudad de mayor crecimiento demográfico en el estado de Oaxaca.

Explicó además que con una población cercana a los 80 mil habitantes, la mayoría de los cuales se desenvuelven en zapoteco, las ciudades de Juchitán y Tehuantepec han terminado por convertirse en un centro rector, sobre el cual gravitan diversas identidades, formando una estructura dual entre un grupo etnolingüístico mayoritario (el zapoteco) y un conjunto de minorías étnicas.

Por esta vía, la migración transforma el paisaje doméstico de las comunidades zoques, mixes y suaves. A diferencia de sus coterráneos zapotecos, que construyen viviendas permanentes en Minatitlán, los grupos indígenas subordinados invierten sus ingresos producto del desplazamiento, en la construcción de casas en sus propias comunidades.

Saúl Millán estimó que de cualquier manera, el proceso migratorio hacia un territorio “extra zapoteco” es todavía muy reciente, y es difícil medir sus repercusiones: “Hasta la década de los ochenta los grupos indígenas del Istmo se movieron al interior de un territorio que estuvo marcado por la presencia zapoteca, tanto en el lugar de origen como en el de destino.

“En ambos casos, la migración tuvo como consecuencia la importación de un modelo zapoteco que marcó a las comunidades suave, zoque y mixe. El fenómeno no alcanza aún a exponer sus repercusiones, que sin duda, en diez años serán más visibles”.

Los latinos son timados con más frecuencia

Pot: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Las dietas sin esfuerzo y los programas de trabajo desde la casa son dos de los fraudes más comunes

La comunidad hispana es una de las más susceptibles de ser víctima de fraudes, según un estudio de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC), que destaca que en un período de 12 meses, un 18% de los latinos participantes fue timado.
El informe, publicado esta semana en la página Web de esa entidad gubernamental, reveló una lista con los tipos de fraude más frecuentes, que encabezan las dietas milagrosas y las loterías extranjeras.
En el caso de los hispanos, los timos más comunes fueron las dietas sin esfuerzo (con un 4.8% de los incidentes reportados), los programas fraudulentos de trabajo desde casa (un 3%) y la falsa pertenencia a clubes de compra al por mayor (un 2.6%).
Según el estudio, realizado con datos de una encuesta en inglés y en español a 3,888 personas, los hispanos son un 50% más susceptibles de caer víctimas de un fraude que los blancos no hispanos.
Sin embargo, el informe apunta a que el hecho de que tanto los latinos como los afroamericanos tengan más posibilidades de ser timados no tiene por qué estar relacionado con la etnia en sí, sino con otros factores, como el nivel educativo o la edad.
"Cuando decimos en la encuesta que los hispanos tienen más posibilidades de ser víctimas de fraude estamos mirando sólo cuestiones raciales, no tenemos en cuenta el resto de factores", dijo Keith Anderson, economista de la FTC.
Sin embargo, Anderson explicó que durante la realización del estudio se dieron cuenta de que había otra serie de factores que hacían más propensas a algunas personas enfrentarse a un fraude.
Según el estudio, las personas con menor nivel educativo, las más jóvenes y las que se aseguraban sentirse incómodas con su nivel de deuda actual tenían más posibilidades de ser timadas.
"Si tratas de mirar todo en conjunto, ves que los hispanos en EU suelen ser más jóvenes, suelen estar menos cómodos con su deuda y tienen menos nivel educativo", dijo Anderson.
"Si se tienen en cuenta todos estos datos, no parece que los hispanos o los afroamericanos por el hecho de serlo presenten más tendencia a ser víctimas de un fraude", añadió.
El informe concluyó además que el nivel de uso del inglés no era una de las causas determinantes para que el 18% de hispanos encuestados hubiera sufrido uno o más fraudes durante un período de 12 meses.
El 35% de los hispanos indicó que hablaba sólo inglés y el 50% aseguró que aunque habla otro idioma, se sentía cómodo cuando llevan a cabo negocios en inglés.
Según el estudio, entre todos estos hispanos anglófonos (85% de los latinos participantes en la encuesta), el 19.3% había sido víctima de algún timo.
Al mismo tiempo, en el 15% restante, que confesó no sentirse cómodo con el inglés, la tasa de fraudes era del 10.6%, lo cual indica que el dominio de la lengua no es un factor determinante.
Además, según el informe, "las víctimas hispanas indicaron que en el 20% de los incidentes el fraude se había cometido en español".
Desde la FTC, y ante los datos revelados por la encuesta, se aconsejó a los consumidores que conozcan a las personas con las que se realizan las transacciones económicas y que protejan su información personal de pago. Además, se les anima a leer la letra pequeña de los contratos de compra y a entender que "gratis significa gratis", y que no hay que pagar nada por algo que se anuncia como gratuito.

Siempre que se habla de los migrantes se tejen una serie de argumentos que la mayor parte resultan falsos o suposiciones, de ahí que resulta interesante indagar en los organismos especializados la verdad basada en los estudios que realizan las citadas organizaciones, sobre todo en lo que se refiere a hechos reales que se consignan en las estadísticas.

La falta de dinero no debe deteriorar la relación familiar

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel


La crisis económica dentro de la familia es un problema no poco frecuente en nuestro medio. La tensión del dinero que no alcanza para pagar el alquiler, el colegio, el préstamo bancario, suele mezclarse con mentiras, miedo, agresiones.
La pareja de esposos enfrenta así un problema que quizá se agrave con un despido laboral o un mal negocio. No es raro que junto a la pérdida de estabilidad económica la relación conyugal empiece a hacerse más conflictiva.
¿QUÉ ANDA MAL?- Crisis como ésta develan problemas más profundos de la pareja, explica la sicóloga chilena Claudia Rojas y, por lo tanto, no hay que buscar un culpable, sino evaluar qué anda mal en el matrimonio.
Las exigencias de la vida diaria, el consumismo, el exitismo, la competitividad, el deseo de autos y casas más grandes, hacen que más personas hagan lo imposible por mantener un cierto nivel social. Muchas veces el hombre asume en solitario el rol de mantener ese estatus, y la mujer opta por no preguntar.
Según el psiquiatra Rodrigo Rivera, del Instituto Chileno de Terapia Familiar, durante la crisis se pone en juego la capacidad de adaptarse. «Hay un cambio muy brutal de las reglas del juego», pero «estas situaciones donde hay sentimientos de desilusión, se pueden revertir».
Más a la familia.- Para Pilar Bustamante, sicóloga, «la pérdida del proyecto o del sueño común debiera vivirse como un duelo».
«Éste tiene una etapa depresiva y una etapa de resolución. Hay que llorar y estar triste, y es importante decirse las cosas —“me desilusionaste”, “no pensaste que podía ser útil”—, y esos sentimientos trabajarlos en pareja», agrega la especialista.
Una situación así es reversible en la medida que haya bases sólidas en la pareja.
Se puede volver al origen, «de quién me enamoré yo, acordarte de él o ella cuando lo conociste en la juventud. Volver a enamorarse como cuando no había medios económicos. Recuperar el sentido del humor, y usar la creatividad», dice Bustamante.
Trabajar en equipo puede unir más a la familia. Los especialistas concuerdan en que lo importante es que exista transparencia y que todos los temas y problemas se traten abiertamente.
Para prevenir las crisis.-
->Aprender a complementarse. La igualdad laboral entre hombre y mujer hace que las relaciones corran el riesgo de darse más en términos de competitividad, lo que puede ser una carga adicional.
->Hacer un presupuesto en conjunto. Es importante ponerse de acuerdo en qué se gastan el dinero y también cuáles son las prioridades. De esta manera, crear un proyecto común genera un trabajo en equipo que da mayor unidad a la pareja
->Saber cuánto significa el dinero. Es importante definir qué valor asigna la pareja a los temas económicos. «Cuando me casé, yo creía que la plata no era tema, pero de pronto te das cuenta que no te importa porque nunca te ha faltado».
->Sentirse con igualdad de derechos. Igualdad para opinar, para preguntar.
-«En general, cuando la mujer trabaja se siente en un plano de igualdad, pero cuando no trabaja, cree que no puede preguntar ni opinar».
->Reconocer lo que cada uno hace. Dar valor a los aportes que cada miembro hace a la familia, no sólo económicos, sino que sociales, cognitivos, afectivos, físicos y espirituales. Éstos no son iguales y no tienen por qué serlo.

La cultura de la indiferencia religiosa

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Indiferencia: broquel del egoísmo, daga de la pasión, consuelo
del escepticismo, recurso del soñador, caudal del tonto.
El ateísmo es un medio, al alcance de todos los simples,
de negar lo que no comprenden.

Una locución, quizá no tan usada en el lenguaje ordinario de las sociedades contemporáneas es el de la indiferencia religiosa. Delante del fenómeno de la secularización que predecía la desaparición del ámbito religioso en la sociedad moderna, se ha comprobado, que lejos de desaparecer, el horizonte religioso ha crecido con nuevo vigor, aunque si bien con una orientación diversa.
La secularización del contexto moderno ha dejado una expresión religiosa de tipo subjetivista; despreciando cualquier clase de institucionalización de la esfera religiosa que pretenda proponer la verdad absoluta de su credo. Para algunos, el único canal de supervivencia de la religiosidad se encuentra en la presentación de contenidos religiosos evolutivos y polifacéticos, cualquier clase de desarrollo dogmático tradicional conduciría a la petrificación religiosa y a su anacronismo. Otros observan que la religiosidad permanecerá vigente en la medida que pueda ofrecer, una propuesta seria sobre al sentido de la vida, al que la modernidad no ha podido responder.
Por otro lado, los derechos del hombre vienen defendidos, pero sin referencia al Trascendente Personal. Estamos delante de un nuevo humanismo, un humanismo auto idolátrico, narcisista “Yoísta”, del concreto individuo, no del género humano, como lo fueron el renacimiento, el racionalismo, el idealismo alemán o el marxismo, ni siquiera del tipo reflexivo existencialista, sino de la absoluta subjetividad hermética de cada individuo.
La decepción de la razón y su acelerada caída, han afirmado en la nueva religiosidad una ruptura entre creencias profesadas y regla moral. Cualquier pretensión de norma es visto como atentado a la autonomía moral del individuo.
El hombre ya no es centro de todo, sino el “yo”. El hombre es solo, de ahí que busque una disolución de su soledad en la naturaleza, con la cual forma un solo elemento, pero que paradójicamente explota y destruye para lograr el confort, que constituye el valor absoluto de bondad.
Desde el ámbito fenomenológico la incredulidad no se presenta como corriente de pensamiento ateo, mucho menos como fenómeno claramente manifiesto, sino como un dato extendido en la realidad occidental, que no es rechazado por la sociedad, ni contestado por los creyentes. Aparece pues, como una corriente envolvente, una mezcla de apatía, relativismo y tolerancia con respecto a la realidad trascendente. Hablar o no hablar de Dios, es realmente indiferente improductivo. El ateísmo teórico ha sido tan efectivo en las décadas pasadas, que se transformado en un estilo asimilado de vida, donde la fe, viene suplantada por el sentimiento religioso, expresión emotiva de la inmanencia. El ateísmo no necesita ya combatir la trascendencia de Dios, hoy se vive el sepelio de Dios en la cripta sentimentalista de la yo.
El paradigma dominante de bienestar, propone la felicidad como autosuficiencia y bienestar individual en materia económica, se erige como el único horizonte creíble de realización humana, para lo cual es preciso renunciar a la identidad histórica, la pertenencia familiar, la memoria regional, el marco de valores tradicionales y todo aquello que suponga un obstáculo a la uniformidad industrial de producción y a la generación económica. Las tradiciones son vistas como mero atavismo ancestral que impide la realización personal, por ello han de ser superadas por nuevas tradiciones, no comunitarias, sino individuales, ligadas a momentos "mágicos" de sentimiento. De este modo se intercambia la dimensión histórica de la fe y los sacramentos cristianos, con la expresión hermética de las propias formulaciones religiosas basadas en la emoción y la mágica fuerza de los amuletos personales.
La globalización como instrumento de propagación de este modelo atomizador, ha influenciado grandemente la no creencia, mediante un paradigma de felicidad norteamericano, que relativiza la relación con el Trascendente, recluyéndolo aún más en el ámbito subjetivo, igualando así las diversas formas de valores culturales y reduciendo el impacto y continuidad de la transmisión de la fe.
El resurgimiento religioso parece orientarse en dos direcciones precisas y diversas del desarrollo previo:
1) La negación de la objetividad de la realidad Trascendente, que por lo tanto no puede ser administrada u ofrecida por ninguna clase de institución religiosa; implicando así el desprecio por la dimensión histórica y Reveladora de la fe.
2) El rechazo o indiferencia a lo que signifique alteridad, la divinidad no puede ser “Personal”, ello implicaría diversidad, Autoridad y Obediencia. La vivencia colectiva sólo tiene valor en cuanto los otros sienten lo mismo que yo. La iniciación es válida para estas nuevas formas religiosas en la medida que permite sentirse o reconocerse como protagonista de esta acción o cuando permite tener emociones “fuertes”. Ello explicaría el auge occidental del modelo asiático monista de trascendencia lo humano y lo divino identificados y disueltos.
La opción religiosa o de creyente es asunto meramente subjetivo, de elección personal, cuyos efectos son también subjetivos y objetivamente en nada distintos de los que un no creyente experimenta. No hay diferencia entre creer y no creer. La creencia de fe no aporta ningún beneficio o privilegio objetivo, cualquier clase de razonamiento que intente mostrar que la fe da respuestas a lo que el no creyente no tiene, se ve observado como anticuado, iluso y autoritario. Esta situación proviene de la aceptación legal en que los no creyentes poseen valores propios, dignos de respeto e iguales a los cristianos. El impacto y las modalidades de secularismo y el relativismo presentes en la mentalidad actual de los católicos, podría requerir diversos convenios sobre el argumento, como uno de los rasgos culturales que configuran la actual sociedad tecnócrata.
Solamente cuando la fe es puesta como respuesta histórica al mensaje de Jesucristo, viene vista como objetivamente distinta a los valores de los no creyentes, pero precisamente por ser histórica, pero no viene valorada como opción de superioridad antropológica, sino sólo como una misión en la historia, no diversa del determinismo.
Así cualquier expresión radical de la fe es vista como sectaria. Hacer presente la fe en lo cotidiano se vuelve rareza. Del mismo modo la afirmación sin ambages de identidad católica es criticada como fundamentalismo, del mismo modo que la pertenencia a una experiencia comunitaria eclesial se denuncia como integrismo o gueto. Y esto, no por las demás religiones, sino por los mismos católicos que ha fuerza de contemporizar con el secularismo, ha generado una propuesta católica “light”.
¿Será que la insatisfacción de la experiencia religiosa de la fe cristiana en nuestras sociedades, es el resultado de una vivencia intensa de la fe, descubierta como fraude? ¿No será más bien el rechazo a formas ingenuas, corrompidas y superficiales de una religiosidad popular “light”, de moralismo legalista e ignorancia histórica? ¿La indiferencia no estará invocando de alguna manera una forma más radical de experiencia del Trascendente precisamente en la historia y una vivencia más intensa y personal de la vida comunitaria?

sábado, 4 de abril de 2009

Invertir en el futuro

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

"La previsión es un sueño
del que nos despierta el hecho."


Un hombre estaba perdido en el desierto. Parecía condenado a morir de sed. Por suerte, llegó a una vieja cabaña destartalada, sin techo ni ventanas. Merodeó un poco alrededor hasta que encontró una pequeña sombra donde pudo acomodarse y protegerse un poco del sol. Mirando mejor, distinguió en el interior de la cabaña una antigua bomba de agua, bastante oxidada. Se arrastró hasta ella, agarró la manivela y comenzó a bombear, a bombear con todas sus fuerzas, pero de allí no salía nada. Desilusionado, se recostó contra la pared sumido en una profunda tristeza. Entonces notó que a su lado había una botella. Limpió el polvo que la cubría, y pudo leer un mensaje escrito sobre ella: "Utilice toda el agua que contiene esta botella para cebar la bomba del pozo. Después, haga el favor de llenarla de nuevo antes de marchar".
El hombre desenroscó la tapa, y vio que efectivamente estaba llena de agua. ¡Llena de agua! De pronto, se encontró ante un terrible dilema: si se bebía aquella botella, calmaría su sed por un pequeño tiempo, pero si la utilizaba para cebar esa bomba vieja y oxidada, tal vez obtendría agua fresca del fondo del pozo, y podría tomar toda la que quisiera, y llenar sus cantimploras vacías, pero tal vez no, tal vez la bomba no funcionara y desperdiciaría tontamente todo el contenido de la botella, teniendo tanta sed. ¿Qué debía hacer? ¿Debía apostar por aquellas instrucciones poco fiables, escritas no se sabe cuánto tiempo atrás?
Al final, se armó de valor y vació toda la botella en la bomba, agarró de nuevo la manivela y comenzó a bombear. La vieja maquinaria rechinaba pesadamente. El tiempo pasaba y nuestro hombre estaba cada vez más nervioso. La bomba continuaba con sus chirridos secos, hasta que de pronto surgió un hilillo de agua, que enseguida se hizo un poco mayor, y finalmente se convirtió en un gran chorro de agua fresca y cristalina. Bebió ansiosamente, llenó sus cantimploras y al final llenó también la botella para el próximo viajante. Tomó la pequeña nota y añadió: "Créame que funciona, eche toda el agua".
Esta sencilla historia nos recuerda una realidad constantemente presente en la vida de toda persona: cualquier logro supone casi siempre aplazar una posible gratificación presente y correr el riesgo de que ese sacrificio resulte improductivo. Y aunque es cierto que buena parte de nuestros esfuerzos son improductivos, o al menos lo parecen, es igual de cierto que cuando tendemos a contentarnos con satisfacciones a corto plazo y no invertimos en objetivos mejores a un plazo más largo, es fácil entonces que nos deslicemos por la pendiente de la mediocridad o del conformismo. Cada día se nos presentan oportunidades que nos pueden ayudar a ser mejores personas, o que nos abren puertas que nos conducen a situaciones mejores. Y si no apuestas, si no inviertes en el futuro, es seguro que al final habrás perdido. Porque hay trenes que se pierden y luego vuelven a pasar, pero otros no.
Todos debemos sacrificar cosas de un orden inferior para lograr otras que son de orden superior. No podemos acostumbrarnos a rehuir esos desafíos. Hay gente a la que le resulta difícil pensar en el después, que está acostumbrada a dejar las cosas para más adelante, y eso hace que su vida sea una vida desorganizada, de constantes dejaciones y atropellos, una vida de la que apenas se tiene control y que al final no conduce al puerto deseado.
Las personas que procuran acometer cuanto antes el deber costoso se sienten psicológicamente más despejadas, y quienes tienden a retrasarlo se sienten más decepcionadas y frustradas. Empezar, de entre las tareas pendientes, por la que a uno más le cuesta, suele ser un modo de proceder que aligera la mente, aumenta la eficacia de nuestros esfuerzos y mejora nuestra calidad de vida. Quienes siempre encuentran motivos para demorar lo que les cuesta, son personas que viven tortuosas esclavitudes, por mucho que lo decoren con apariencias de feliz espontaneidad o de bohemio abandono.
Y en tu huerto invernal, reserva un poco de lento sol para dorar tus horas...

Árbol que crece torcido jamás su troco endereza

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Hace ya casi 20 años el régimen presidencialista comenzó a desmantelarse y, aun hoy, el priismo le rinde tributo al presidencialismo. Todos los bienes y todos los males, según el inconsciente priista, vienen del presidente de la República.
Si su cómplice Mario Marín torció la ley hasta el escarnio y cobró venganza a nombre de su compadre, el presunto pedófilo Kamel Nacif, eso no cuenta. Si su cómplice Ulises Ruiz perdió desde hace más de un año el gobierno de Oaxaca, dejando impunes casi una veintena de homicidios y varios actos de tortura, no importa. Si su cómplice Jorge Hank Rhon incurrió en falta al inscribirse sin derecho como candidato al gobierno de Baja California, eso no cuenta.
Nada de eso importa, mucho menos que a sus cómplices los haya condenado o los tenga en la picota un tribunal, vamos, un poder distinto al presidencial. Lo que cuenta es que si el presidente de la República quiere su reforma fiscal tiene que interesarse en arreglar los problemas de los cómplices priistas porque, fieles a la subcultura del chantaje, el priismo ya dejó ver que va a tomar como rehén a aquella para salvar a sus amigos. Si pudieron encubrir a su cómplice Arturo Montiel, cómo rayos no van a poder encubrir a éstos.
En dos ocasiones, el priismo ha perdido la Presidencia de la República y, aun así, voltea a ver al jefe del Ejecutivo como el hombre que todo lo puede y casi le ruegan que, aunque no sea de ellos, los ayude. Tal es su creencia en el presidencialismo que los priistas están a punto de tropezarse con la misma piedra. Ésos son los pricapiedra.
Cuando al priismo lo gobierna su inconsciente, muy poco le importa hacer el ridículo.
Ahí está el caso de Beatriz Paredes que, de pronto, echa al cesto de la basura la imagen que ha logrado labrarse con algunos intelectuales, y frente al apuro de los gobernadores Mario Marín y Ulises Ruiz, no duda en salir a su rescate, señalando que el PRI va a cobijarlos –como la “Trinca Infernal” (PNR-PRM-PRI) cobijo a tanto pillo corrupto durante su hegemónica y oprobiosa estadía en el poder durante siete décadas--. Muy poco le importa a la tlaxcalteca que el poblano y el oaxaqueño hayan torcido el mandato que tenían y acreditado hasta el hastío su pusilanimidad, cinismo y autoritarismo. Son cuates tricolores y los tricolores son muy solidarios con los suyos, aunque sean unos delincuentes de siete suelas.
En esa situación, hasta las palabras pierden significado para el priismo. Confunden la solidaridad con la complicidad, dejando ver cómo el delito y la corrupción sigue siendo uno de los mejores cementos que mantiene unido al tricolor. Y esa filosofía del encubrimiento compartido, la profesan desde los más viejos hasta los más jóvenes priistas. Ahí está como ejemplo de estos últimos, el muchacho dorado tricolor, Enrique Peña, que quiere ser presidente de la República, pero ello no le impide arrastrarse en el lodazal que tan fresco le dejó Arturo Montiel. Podrá perder la candidatura presidencial, pero no la amistad del padrino. Vamos como somos o no vamos.
En el fondo, no asombra la actitud priista. Ha sido una práctica socorrida durante años, lo que por momentos asombra es que los otros partidos, el panista y el perredista, entren a ese juego.
Un juego donde, por un lado, asuntos distintos se meten en la misma licuadora para hacer un licuado indigerible para el país. Un juego donde, por otro lado, se sacrifica al Estado de derecho en aras del arreglo político bajo cuerda. Un juego de complicidades que, al final, coloca a la ciudadanía en la piedra de los sacrificios.
El año pasado, ese recurso fue la tabla de salvación de Mario Marín y Ulises Ruiz. El juego electoral y post-electoral los salvó. Ahí está como detalle aquella expresión del hoy coordinador de la diputación priista, Emilio Gamboa, dando a entender que si caía Ulises a lo mejor no subía Calderón. Y, ahí, está cómo el candidato presidencial panista se pronunció contra el poblano Mario Marín para, luego, como Presidente olvidarse de aquella postura de campaña.
La situación preelectoral y post-electoral se mezcló con la circunstancia de aquellos dos gobernadores y, pese a la evidencia, se les perdonó la vida. Que Mario Marín hubiera hecho todo lo que hizo en contra de la periodista Lydia Cacho en favor de su amigo, el presunto pederasta Kamel Nacif, no fue suficiente. El PRI lo cobijó atando ese asunto con la elección federal. Que Ulises Ruiz hiciera un cisco de Oaxaca, provocó que el panismo, personificado en Gobernación por Carlos Abascal y personificado en el Senado por su fracción, realizara machincuepas para canjear la permanencia del oaxaqueño por el apoyo tricolor frente a la asunción de Felipe Calderón como presidente de la República.
Acuerdos de ese tipo sólo vulneran el Estado de derecho y sólo postergan los problemas. Tan es así que ambos personajes están de nuevo en la escena con un pie fuera de sus respectivos gobiernos.
Esta vez -a diferencia de hace un año- no se le debe dar juego a la subcultura del chantaje que impulsa el PRI en aras de la permanencia de Mario Marín y Ulises Ruiz como gobernadores y Jorge Hank Rhon como candidato a la gubernatura de Baja California, si es preciso bien vale la pena perder la reforma fiscal –o cualquier otra-- y colocar en su lugar a dichos personajes.
Sin duda, al gobierno se le han de poner los pelos de punta nomás de pensar que la reforma fiscal u otra podría no aprobarse pero, si el precio de ello es ratificar la subcultura de la impunidad, la arbitrariedad y el cinismo, vale la pena pagarlo. Pueden los pricapiedra pretender mezclar los dos asuntos, atarlos y chantajear con ellos al presidente de la República, pero caer en ese garlito e insistir en que el Estado de derecho es un factor prescindible en nuestra democracia defectuosa, sólo hará más defectuosa a nuestra democracia.
Esta vez no puede caerse de nuevo en ese juego perverso, donde muy pobres personajes ponen de cabeza al conjunto de la sociedad y la terminan sacrificando. Si el panismo participa de ese juego y si el perredismo siente que el fracaso de la reforma es una victoria, la ciudadanía podrá ratificar su convicción de que todos los partidos y ninguno son lo mismo.
Personajes como Mario Marín, Ulises Ruiz, Jorge Hank y Arturo Montiel enorme daño le han hecho al país, en esa parte no mesurable que es la de la moral pública y la confianza en el derecho.
Si los pricapiedra los quieren reconocer como sus cómplices y compañeros, allá ellos. Lo que resultaría inaceptable es que el panismo y el perredismo participen de ese juego, sin plantearse romper con ese pasado donde el encubrimiento compartido constituye la garantía de sobrevivencia de una clase política que se aleja de más en más de una sociedad harta de ver cómo el conjunto de los partidos son en extremo parecidos.
Si el panismo canjea la reforma fiscal, la del estado, la energética o la que sea, por la sobrevivencia de esos personajes y si el perredismo no respalda plenamente a la Suprema Corte en las decisiones tomadas frente a Mario Marín y Ulises Ruiz y al tribunal electoral de Baja California en relación con la cancelación del registro de Jorge Hank como candidato a la gubernatura, quedará claro un sólo asunto: los pricapiedra no son una especie en extinción, sino que se reproducen en todos los partidos.

Filón de oro

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Los latinos decían: “el hambre de oro”, auri fames; nosotros,
más enérgicamente, decimos: “la sed de oro”. La sed, en efecto,
es una necesidad más violenta, y cuya satisfacción lleva a veces
a la embriaguez.
(De L’espirit d’Alphonse Karr)

Dos preguntas que todos hoy se hacen, sin respuestas convincentes, son cuándo el precio del petróleo se bajará de las nubes y hasta cuándo el mundo podrá contar con petróleo abundante.
Una tercera, también sin contestar es: ¿cuáles serán las principales fuentes de energía que se utilizarán dentro de 50 u 80 años?
Lo que sí saben científicos y expertos es que no parece que el petróleo vaya a volver nunca al precio de principios de 2003, y que éste se va a acabar sin remedio, tal vez en la primera mitad de este siglo.
Voy a compartir con usted algunos datos elocuentes. El Centro de Análisis de Agotamiento del Petróleo (ODAC) afirma que en los próximos cinco años se elevará la producción en unos 12.5 millones de barriles diarios, en 68 nuevos yacimientos, pero que ello no será suficiente para satisfacer la demanda mundial.
La propia entidad dice que México anunció que su yacimiento de Cantarell, el mayor fuera de la costa en el mundo, alcanzará en 2006 su máximo pico, pero luego comenzará a declinar. Los consultantes de la firma HIS Energy aseguran que el 85% del petróleo mundial descubierto ya está en explotación y que los nuevos hallazgos están descendiendo desde 1980. O sea, el petróleo barato ya se acabó y el caro también se va a terminar.
Esta situación es, paradójicamente, una excelente noticia para los países en desarrollo, pues el alto precio y la amenaza de agotamiento forzarán desde ahora la búsqueda de fuentes energéticas renovables, abundantes en el Tercer Mundo.
Lo cierto es que el comercio de productos de energía renovable está creciendo, sobre todo los combustibles de origen vegetal —como el biodiesel y bioetanol—, los molinos de viento y los paneles solares.
El gobierno de Malasia anunció que desde marzo próximo los automovilistas tendrán que sustituir el uso de la gasolina diesel por un derivado de aceite de palma y de petróleo-biodiesel. Con ello el país ahorrará dinero. Además, es un producto no tóxico, renovable, que equilibra las emisiones de dióxido de carbono.
India, Malasia y Sudáfrica tienen los mercados nacionales más grandes de biodiesel y un gran potencial de exportación. También México, Tailandia, Filipinas, Indonesia y Uruguay se perfilan como exportadores.
China, Brasil e India ya producen energía renovable, un mercado que ya alcanza un valor mundial anual de 4,000 millones de dólares. En este campo, las naciones en desarrollo son más atractivas debido a sus más bajos costos de producción.
En fin, que se abre ante los países en desarrollo un verdadero filón de oro que podría convertirlos en potencias energéticas de ese planeta del futuro, que aún no podemos imaginarnos bien los actuales terrícolas. Pero cuidado, porque también se convierten en objetivo codicioso para los países poderosos; además, ante la creciente demanda surgen los conflictos y hay que recordar que el hilo se revienta siempre por la parte más delgada, y nosotros somos una fracción de esa parte. Lamentablemente este es el sino de la humanidad. Cuando el gozo se va al pozo mejor es que Dios nos agarre confesados.