lunes, 21 de abril de 2008

¿Y Dios..., dónde queda?

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel.

«Aunque Dios da a cada uno lo que es debido,
no es Dios deudor; pues no está ordenado por nada,
sino que todo está ordenado por Él.»
Antonio Sertillanges.

Ego SUM qui SUM – Yo soy el que soy – Palabras de Dios a Moisés, cuando este le preguntó cuál era el nombre del que le enviaba, (Éxodo, Cap. III, V. 14) Los interpretes explican que Dios quiso dar a entender con estas palabras que era el Ser eterno, principio y origen de todo ser, el Ser por excelencia, el solo infinito, inmutable y necesario.

Deo ignoto – Al dios desconocido – Los atenienses, el pueblo más culto de la antigüedad, admitían sin trabas todas las religiones habidas y por haber, y a tal extremo llevaban su tolerancia en materia religiosa, que para estar a cubierto de cualquier olvido involuntario, levantaron su templo, con esta inscripción: “Al dios desconocido”. Cuando San Pablo compareció ante el areópago – Tribunal de Atenas --, se sirvió precisamente de esa inscripción para hablarles del Dios que ellos (los cristianos) adoraban sin conocerle y era precisamente el Señor, creador del cielo y de la tierra. Esta predicación causó un gran efecto y allí mismo se convirtieron varios al cristianismo, entre ellos Dionisio, que más tarde fue el primer obispo de Atenas.

“Si Dios no existiera sería preciso inventarlo”. VOLTAIRE en su Epístola al autor del libro “Los tres impostores” (1771) VOLTAIRE sentía una verdadera predilección por este verso, considerado como uno de los mejores salidos de su pluma; lo citaba con frecuencia en las cartas que escribía a sus corresponsales literarios. A vueltas con la fundación del culto al Ser Supremo, en los tiempos de la primera revolución francesa se valió Robespierre de esta afirmación para cerrar uno de sus discursos: “L´atheísme est aristocratique. L´idée d´un grand Etre, qui veille sur l´innocence oprime et qui punit le crime triomphant, est toute populaire. Si Dieu n´existait pas, il faudrait l´inventer”. Puestos a parodiar la frase volteriana, los comunistas franceses de 1870 no dijeron nada más que: “Si Dieu existait, il faudrait le fusillers”. Y después, tan descansada y cínicamente, pudieron entregarse al saqueo y demás excesos con toda tranquilidad. Una barbaridad semejante vale la pena no olvidarla, como ejemplo de los actos ignominiosos que han empañado los movimientos sociales que han sido necesarios para el desarrollo de la humanidad.

Desde Los tiempos remotos, según las diferentes investigaciones que han llevado a cabo los antropólogos, los seres humanos siempre han sido temerosos de un ser supremo, un dios creador, amo y señor del universo. Generalmente buscaban su presencia en la naturaleza y su fuerza que los rodeaba, así veían a sus dioses en el fuego, en el viento y tempestades, en la lluvia, en el sol, en la luna, etc., y como tales los adoraban y les ofrecían sacrificios --- de animales y muchas veces de humanos. Pero todos esos dioses, creados o inventados por la necesidad del sentimiento atávico del ser humano de sentirse dependiente y protegido por un ser superior, fueron cambiando en su concepción conforme se fue desarrollando la mente humana, de la irracionalidad a la racionalidad, de lo casi animal al pensamiento filosófico, de estudiar razonadamente de donde venimos, que somos y a donde vamos, que en síntesis es el orden del pensamiento humano. Con la cultura racional y filosófica nacieron el budismo u el shintoismo, que son dos de la corrientes filosofico-religiosas más importantes, sin olvidar los fundamentos también ya filosóficos de las mitologías griega y romana. El judaísmo modificó substancialmente los fundamentos humanos, entonces muy dispersos, dando lugar a normas morales que no se valoraban y que fueron fundamento del el formidable movimiento que cambió totalmente la concepción religiosa y filosófica de toda la humanidad: el cristianismo. Pero la humanidad es voluble, ahora, llena de soberbia e inmersa en la vorágine tecnológica, so pretexto de la modernidad está haciendo a un lado a Dios, en muchos aspectos lo está soslayando y va, a pasos agigantados, camino a olvidarlo totalmente. Alcanzada esa meta, la humanidad habrá logrado, lo que al menos así parece buscar, su propia destrucción. La supuesta fe en Dios de la humanidad es sólo de palabras, es hipocresía, es, en síntesis, una falacia. No hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oír.

Precisamente, sobre “el hacer a un lado a Dios, soslayarlo e ignorarlo” que prevalece en los hechos actualmente en el todo el orbe, a raíz de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, la periodista Jane Clayson del EARLY SHOW – periódico nortemearicano --entrevistó a la hija de Billy Graham, conocido predicador evangelista estadounidense. Anne Graham dio una respuesta sumamente profunda y llena de sabiduría. Dijo: -- “Al igual que nosotros, creo que Dios está sumamente triste por este suceso, pero durante años hemos estado diciéndole (a Dios) que se salga de nuestras escuelas, que se salga de nuestro gobierno y que se salga de nuestras vidas. Y... siendo el caballero que Él es, creo que se ha retirado tranquila y respetuosamente. ¿Cómo podemos esperar que Dios nos dé Su bendición y Su protección cuando lo hemos hecho a un lado y casi exigido que nos deje solos?”.

A la luz de ciertos sucesos recientes........ Ataques terroristas, balaceras en las escuelas, etc.; creo que todo comenzó cuando Madeleine Murria O´Hare (fue asesinada y hace poco se descubrió su cadáver) se quejó de que no quería que se rezara en nuestras escuelas, dijimos que estaba bien, y todos lo aceptamos.

Luego alguien dijo que mejor no se leyera la Biblia en las escuelas – la Biblia dice que No matarás, No robaras, Amarás a tu prójimo como a ti mismo, No le hagas a nadie lo que no quieras que te hagan a ti, Da de ti antes de pensar en ti --, dijimos que estaba bien, y todos lo aceptamos.

Luego el Dr. Benjamin Spock dijo que no debíamos castigar a nuestros hijos cuando se portan mal, porque sus pequeñas personalidades se trucarían y podríamos lastimar su autoestima. Alguien dijo que los expertos saben lo que dicen, dijimos que estaba bien, y todos lo aceptamos.

Luego alguien dijo que los maestros y directores de las escuelas no deberían disciplinar a nuestros hijos cuando se portan mal y/o no cumplen con sus tareas. Los administradores de las escuelas dijeron que más valía que ningún miembro de la facultad de las escuelas tocara a algún estudiante que se porte mal y/o no cumpla con su tarea porque no queremos publicidad negativa y por supuesto no queremos que nos vayan a demandar (hay una gran diferencia entre disciplinar y tocar, golpear, cachetear, humillar, patear, etc.), dijimos que los administradores sabían lo que decían y/o hacían y todos lo aceptamos.

Luego alguien dijo que no nos preocupáramos si nuestras hijas se embarazan y que las dejemos que aborten si así lo quieren, y que además ni siquiera tienen que decirles a sus padres. Dijimos que estaba bien, y todos lo aceptamos.

Luego uno de los consejeros del Consejo de Administración de las escuelas dijo: -- “ya que los muchachos siempre van a ser muchachos y de todos modos lo van a hacer, démosles todos los condones que quieran para que puedan divertirse al máximo, y no tenemos por qué decirles a sus padres que se los dimos en la escuela”. Cuando trascendió, dijimos que estaba bien, y todos lo aceptamos.

Luego alguien dijo: -- “Vamos a imprimir revistas con fotografías de mujeres desnudas y decir que esto es una apreciación sana, artística y realista de la belleza del cuerpo femenino”. Pero otro, no-conforme con eso y llevando más allá esa apreciación, publicó fotografías de niños desnudos, y todavía más allá cuando las colocó en Internet. No nos pareció mal, dijimos que estaba bien, que había que respetar el derecho que tienen a su libertad de expresión, y todos lo aceptamos.

Luego la industria de las diversiones dijo: “hagamos espectáculos por televisión y películas que promuevan lo profano, la violencia y el sexo ilícito. Grabemos música que estimule las violaciones, el uso de las drogas, los suicidios y los temas satánicos”. Y dijimos adelante, al fin no es más que diversión, no tiene efectos negativos y de todos modos nadie lo toma en serio, así todos estuvimos de acuerdo y lo aceptamos.

Ahora nos preguntamos con extrañeza por qué nuestros niños no tienen conciencia, por qué no saben distinguir entre el bien y el mal, y por qué no les preocupa matar a desconocidos, a sus compañeros de escuela, o a ellos mismos.

Probablemente, si lo pensamos bien y despacio, encontraremos la respuesta. Creo que tiene que ver con “LO QUE SEMBRAMOS ES LO QUE RECOGEMOS” --- “Siembra vientos y cosecharás tempestades”. .

Es irónicamente curioso cómo la gente simplemente manda a Dios a la basura y luego se pregunta por qué la humanidad (y el mundo con ella) está en proceso de autodestrucción. Es curioso ver cómo creemos lo que dicen los periódicos y/o la televisión, pero cuestionamos lo que dice la Biblia. Es curioso cómo se mandan “chistes” por la red y cunden como reguero de pólvora, pero cuando empiezas a mandar mensajes del Señor, la gente lo piensa dos veces antes de compartirlos. Es curioso cómo hay artículos lujuriosos, crudos, vulgares y obscenos que circulan libremente por el ciberespacio, pero la discusión de Dios en público se suprime en las escuelas, los espacios de trabajo y, a veces, hasta en el hogar, tal parece que a la gente le da pena hablar de Dios.

Es curioso ver como nos preocupa más lo que piensan los demás de nosotros que lo que Dios piensa de nosotros.

Nuestra Verdad

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel


«La verdad por encima de todo, incluso de la patria.
Todo ciudadano viene obligado a morir por su patria;
nadie está obligado a mentir por ella porque sería denigrarla.»
Querien Vangal.


Los deseos primarios de todas las personas son: la felicidad, progresar y ganar dinero. Una forma de lograr estos objetivos es siendo rico y próspero.

Así como hay personas pobres y personas ricas, hay países pobres y países ricos. La diferencia entre los países pobres y los ricos no es su antigüedad. Queda demostrado con los casos de países como India y Egipto, que tienen miles de años de antigüedad u sin embargo son pobres. Al contrario, Australia y Nueva Zelanda, que hace poco más de 150 años eran desconocidos, hoy son países desenvueltos y ricos.

La diferencia entre países pobres y ricos, tampoco está en los recursos naturales que disponen, pues Japón tiene un territorio muy pequeño y su 80% es montañoso, malo para la agricultura y ganado; sin embargo es la segunda potencia económica mundial. Su territorio es como una gran fábrica flotante que recibe materia prima de todo el mundo y los exporta transformados, acumulando su riqueza.

Por otro lado se encuentra Suiza, sin costas y tiene una de las mayores flotas náuticas del mundo; no tiene cacao pero si el mejor chocolate del mundo. En sus pocos kilómetros cuadrados cría ovejas y cultiva el suelo sólo cuatro meses al año, ya que el resto es invierno, pero tiene los productos lácteos de mayor calidad de toda Europa. Igual que Japón, no tiene productos naturales, pero da y exporta servicios con calidad muy difícil de superar, es un país pequeño que da una imagen de seguridad, orden y trabajo, que la convirtió en la caja fuerte del mundo.

Tampoco es la inteligencia de las personas la diferencia, como lo demuestran estudiantes de países pobres que emigran a los países ricos y consiguen resultados excelentes en su educación. Otro ejemplo son los ejecutivos de los países ricos que visitan nuestras fabricas, y al hablar con ellos nos damos cuenta que no hay diferencia intelectual.

Finalmente, no podemos decir que la raza hace la diferencia, pues en los países centro-europeos o nórdicos vemos como los llamados “ociosos de América Latina o de África, demuestran ser la fuerza productiva de esos países. Entonces: ¿Qué hace la diferencia?.
LA ACTITUD DE LAS PERSONAS HACE LA DIFERENCIA.

Al estudiar la conducta de las personas en los países ricos, se descubre que la mayor parte de la población cumple las siguientes reglas, cuyo orden puede ser discutido:

La moral como principio básico.
El orden y la limpieza.
La integridad.
La puntualidad.
La responsabilidad.
El deseo de superación en todos los ordenes.
El respeto a las leyes y reglamentos.
El respeto por el derecho de los demás.
Su amor al trabajo.
Su esfuerzo por la economía y acometimiento.

¿NECESITAMOS MAS LEYES?

¿No sería suficiente cumplir y hacer cumplir estas 10 simples reglas?.

En los países pobres sólo una mínima (por no decir ninguna) parte de la población sigue estas reglas en su vida cotidiana. No somos pobres porque a nuestro país le falten riquezas naturales, o porque la naturaleza haya sido cruel con nosotros. Simplemente por nuestra actitud. Nos falta carácter para cumplir estas premiosas básicas del funcionamiento de la sociedad.

Imbuyámonos y seamos todos portadores de este mensaje. Si amamos a sus hijos, y en bien de nuestra patria, trasmitamos esta reflexión para que mucha gente medite sobre este tema. Si esperamos que el gobierno solucione nuestros problemas, esperaremos toda la vida, y no se trata de que quiera o no, o pueda o no, sino de que es a nosotros, a la sociedad entera, a quien corresponde la responsabilidad de acción en esta materia.

Cuanto más empeño pongamos en nuestros actos y cambiemos nuestra actitud, puede significar la entrada de nuestro país en la senda del progreso y bienestar. Estos valores nos animan en cada proceso de cambio que impulsamos y sobre todo en la vida que llevamos.

“Debemos compartir todos esta mística para que juntos forjemos un país mejor.”




sábado, 12 de abril de 2008

La alarmante situación de mi Patria

Autor: Enrique Galván-Duque Tamborrel
12 de marzo de 2008



«Con la patria se está, con razón y sin razón, en todas las
ocasiones y en todos los momentos de la vida, como se
está con el padre, con la madre, con la familia, con todo
aquello que es el complemento de nuestra personalidad»



Aprendí de mis mayores –familiares y maestros, que en verdad eran maestros—, y es base de mis principios cívicos, el amor y respeto a mi patria. De los 79 años de edad que tengo, 70, o sea el 89%, me tocó vivirlos bajo el abominable gobierno hegemónico de la “trinca infernal” (PNR-PRM-PRI), más nunca decayó ese mi primer, grande e imperecedero amor. Es claro que he sufrido el dolor de ver a ese gran amor sumido en la pobreza, desigualdad e injusticias sociales, provocadas por la endémica desunión e irresponsabilidad de todos los mexicanos. He sufrido con ver como gente que se dice mexicana destruye al país y sus congéneres irracionalmente: Tala de bosques, destruyendo el ecosistema, produciendo y comerciando drogas y enervantes, contaminando el medio ambiente, etc., etc., etc.

Ahora, cuando se vislumbraba la posibilidad de empezar a aprender a vivir en una verdadera democracia, aparece en escena un “iluminado” que se cree la esperanza y salvación de México, y que para el logro de sus turbias metas no escatima engañar a mucha gente que, aunque menoría, son también mexicanos que entran al juego de la confrontación con otros mexicanos, con el único objeto de complacer al “Mesías” para llevar, como único resultado posible, a México a la debacle total.

La historia de México nos dice que, desde que nacimos independientes, empezaron los agarrones entre mexicanos. Que si porque eres rojo o amarillo, y yo soy azul; que si porque eres o no de tal o cual religión; qué sé yo, el caso es que pretextos no faltaban para entrar en la confrontación y agarrarnos a las greñas. Y el resultado de esas confrontaciones constantes nos fue llevando a la pobreza y degradación moral y material en que nos encontramos. Lo paradójico del asunto es que los dos únicos periodos de relativa paz de que ha gozado nuestra patria es bajo dos dictaduras, una de un hombre y otra de partido: Porfirio Díaz Mori y la Trinca Infernal (PNR-PRM-PRI). ¿Será que necesitamos imprescindiblemente de una dictadura para vivir en relativa paz?

Seguramente muchos dirán que exagero y dramatizo nuestra situación. Ojala y así fuera, pero desgraciadamente no los es. Hace un par de años, cuando las campañas políticas estaban en su apogeo, a un iluminado se le acorrió lanzar al ciber-espacio su visión de que Andrés Manuel López Obrador era un serio peligro para México, en ese entonces muchos lo consideraron extremadamente exagerado e incluso lo anatematizaron. Ahora la gran mayoría, incluyendo algunos perredistas, al recordarlo, no sólo lo recuerdan y perdonan, sino hasta lo consideran clarividente.

Lo que están cometiendo los del Frente Amplio Progresista (FAP) –ya el PRD pasó a la historia-- es un delito de lesa patria, pues están a todas luces empecinados –bajo el pretexto hábilmente inventado por AMLO de “No la privatización de Pemex”, fraguado hábil, obtusa y malévolamente para azuzar a las “masas” que se dejan engañar-- en destruir a México, sí… a nuestra patria.

Yo ya voy de salida de esta vida, y cada día me dan menos ganas de seguir viviendo, pero no deja uno de pensar --aquí entra el amor a la patria-- que va a ser de los que continúan viviendo en ella, ¿qué va a pasar? Se dice que: “Dios aprieta pero no ahorca”, “Todo se pierde menos la fe” y “La verdad y la justicia siempre prevalecen”, sí…, todo eso es cierto pero ¿a qué costo? ¿Será cierto aquello de que los mexicanos estamos destinados a vivir en la ignominia?

Sea lo que sea, mientras viva yo seguiré empecinado en luchar –entendiendo que mi lucha, por obvias razones, se reduce en hablar y escribir— por la paz, por el bien del ser humano, por la igualdad de oportunidades, por los niños, por los viejos y por que prevalezca el amor entre todos los seres humanos.

Finalmente comento someramente las incongruencias de AMLO, las que, aún dentro de su paranoia, estoy seguro que ni él mismo puede y/o sabe definir:
1.- Asevera que ama a su patria. ¿Es amor a la patria tratar de destruirla?
2.- Dice que el representa a la mayoría. ¿No es obcecada necedad ignorar las múltiples encuestas que indican que los que lo siguen conforman una minoría?
3.- Dice que tiene gente muy valiosa a su lado. ¿A quienes?
4.- Primero se abanderó con los pobres, después deambuló, por fin encontró otra bandera: Pemex. ¿Se puede comprender tanta falacia en una persona supuestamente cuerda?
5.- Cuando lo entrevistan a el sólo se le enreda la lengua y no sabe como explicar sus pretensiones, se enreda y acaba por abortar.
6.- Solamente en sus mítines, rodeado, protegido y apapachado de sus paniaguados: Claudia, Piedra, Noroña, Batres, Dante, Camacho, etc. puede hablar, pero siempre es más de lo mismo.
7.- Se jacta de demócrata. ¿Es democracia el bloqueo al Congreso de la Unión?
8.- Pregona que el haya debate. ¿Qué no el debate se hace en las tribuna del Congreso, la cual bloquea y la hace suya?
9.- Pregona la manifestación pacífica. ¿No es provocar camorra lo que hace?
10.- Se manifiesta contra la pobreza. ¿Cómo se va combatir la pobreza si no se trabaja?

Y aún has más, pero ahí lo dejo, para muestra sólo es necesario un botón.

«Preguntad a ese hombre lo que es la patria y la libertad y os contestará que lo que él quiere es dinero y no trabajar» A. Duks







De los libros

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Enrique Galván-Duque Tamborrel

"Libros que sois un ala (amor la otra)
de las dos que el anhelo necesita para
llegar a la verdad sin mancha"

Amado Nervo

Para escribir un libro no solamente es necesario conocer o creer conocer el tema que lo motiva, sin, además, sentirlo,......... ¡Amarlo! ........... Estamos inmersos en la tecnología electrónica, que nos impide justipreciar el inmenso valor que es. No existe un solo invento, ni nada que pueda igualar en importancia y utilidad al libro. El nos muestra cuanto sabe, nos ayuda, nos eleva, nos protege.........

Para dar aliento al espíritu no hay nada mejor que un buen libro....... – Los hombres pasan; pero el libro, depositario del pensamiento, queda......... – Si la lectura de un libro nos proporciona una sólo buena idea, ya es bastante; pero existen libros tan maravillosos, que son capaces de proporcionarnos toda una regla de conducta o toda la filosofía necesaria para hacernos grata y placentera la vida.

Los libros que queman las dictaduras son siempre libros que valen, pues de lo contrario no tendrían ese fin. Siempre que en alguna época ha habido quema de libros, ha sido porque los han considerado importantes........ ¡De los libros malos ni quien se acuerde!.......

El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma. – Para unos los libros son obstáculos infranqueables; para otros, escalas infinitas. Todo, en el mundo,
existe para acabar convirtiéndose en libro.......

SOMOS UN LIBRO

En esta vida todos somos un libro,
cada uno distinto a los demás,
nunca a nadie nos toca escribir lo mismo,
quizás algo parecido, pero no igual.

Cuántas veces vemos diariamente
Algo nuevo que poder decir,
algo en nuestro libro escribir
que viva en los recuerdos para siempre.

Cuántos genios en la vida del pasadono
habitan en la pagina de un libro,
cuántos hombres intelectos se han quedado
sepultados en la senda del olvido.

Cuántos han querido ser, pero la vida
les ha sido diferente desde niños.
Cuántos no fueron y son gloria perdida.

Cuántos libros han dejado de escribirse
con inmensos valores que apreciar
y cuántas cosas han dejado de decirse
que jamás en la vida se podrán escuchar.
(Querien Vangal)

Un armario de libros es el más hermoso de los jardines. ¡Un paseo por los estantes es el más dulce y el más encantador de los jardines!
Amigo de los amigos,
huesped de la predilección,
eres amigo y maestro,
confidente y confesor;
compañero de la vigilias,
en la pereza, aguijón;
en la soledad recreo,
y en los caminos mentor.

Estamos tan acostumbrados al libro, que esto nos impide justipreciar el inmenso valor que tiene y lo maravilloso que es. ¡Maravilloso poder el del libro cuya lectura es un acontecimiento en la vida de un corazón!




miércoles, 9 de abril de 2008

Protección social para los niños huérfanos

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Enrique Galván-Duque Tamborrel


“El adulto debe guardar ante el niño,
por pequeño que sea,
el mismo respeto que ante su Dios”.
Gregorio Marañón.


Ante el embate que lamentablemente se ha desatado en contra de la niñez ---pornografía, explotación sexual, venta de órganos, etc.---, es urgente que se articulen formas nuevas de políticas de protección social para garantizar la salud de los niños huérfanos desprotegidos que no cuentan con ningún sistema de seguridad social, a fin de incorporarlos al Seguro Popular, es innegable que son los huérfanos los más vulnerables. Esta muy preocupante situación no se circunscribe únicamente a nuestro país, este fenómeno es a nivel mundial, y esto lo convierte en un gran problema para todos los países del mundo dado que ha entrado al tráfico ilícito internacional; toca a cada país hacer su parte en el combate de este gran mal.

Al respecto, es importante precisar que el Código Civil otorga la custodia a las instituciones públicas del país de estos menores que se encuentran en desamparo, ya que la finalidad de este gobierno es integrarlos al seno de una familia que les brinde protección como hijos.

Es importante destacar que el Seguro Popular es un programa de carácter público, en donde sus recursos provienen de los impuestos que pagan todos los contribuyentes. Además, establece a la protección financiera como una de las líneas estratégicas de acción de la actual administración. El objetivo principal es brindar protección financiera a la población sin seguridad social a través de un esquema de aseguramiento justo con el fin de reducir el pago de bolsillo y fomentar la atención oportuna de la salud.

La principal causal que dio origen a este seguro es ofrecer una opción de aseguramiento público en materia de salud a familias y los ciudadanos, que por su condición laboral y socioeconómica no son derechohabientes de las instituciones de seguridad social.

En ese sentido, si bien es cierto que legalmente se ha manifestado un avance en la aprobación de la Ley de los Derechos de las Niñas y los Niños en el Distrito Federal, así como la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que reglamenta la reforma que se hiciera al artículo 4º constitucional, no se puede dejar de insistir en la necesidad de subsanar vacíos ostensibles en estos instrumentos y, desde luego, hacerlo extensivo a todos los estados de la unión.

Aunado a esto, es menester señalar que en la Ley General de Salud vigente no se expresa textualmente el beneficio dirigido a este sector del país vulnerable: los niños huérfanos. Por otro lado, la Ley sobre el Sistema Nacional de Asistencia Social, en el artículo 6, señala que de acuerdo a lo dispuesto en la Ley General de Salud corresponde a los gobiernos de las entidades federativas en materia de salubridad general, como autoridades locales y dentro de sus respectivas jurisdicciones territoriales, organizar, operar, supervisar y evaluar la prestación de los servicios de salud en materia de asistencia social, con base en las normas técnicas que al efecto expida la Secretaría de Salud.


¡Que jamás vea, Señor, el verano sin rojas flores, la jaula sin pájaros, la colmena sin abejas y la casa sin niños! ¡Cuando un niño nos mira se siente que Dios nos sondea!
(Víctor Hugo, L’enfant)

Odisea jurídica

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Enrique Galván-Duque Tamborrel.


“Seamos esclavos de la ley para poder ser libres”
Cicerón.


Ley, ¿qué es ley?. El diccionario Larousse dice: “Regla obligatoria y necesaria”. Explicado en lenguaje común, ley es el conjunto de normas establecidas por la sociedad para regir sus actividades interrelacionadas. Un individuo solo establece su ley para autodisciplinarse, pero cuando trasciende y se relaciona con otro individuo, ambos tienen que modificar su ley para establecer otra que norme su relación. Así será sucesivamente, conforme aumenten los individuos que finalmente conforman las sociedades – familias, tribus, comunidades, pueblos, ciudades y naciones.

Los encargados de elaborar las leyes son los legisladores – senadores y diputados --, quienes son representantes de la sociedad – pueblo --, con fundamento en iniciativas formuladas por el presidente de la república – persona elegida por el pueblo para que dirija la administración de los bienes de la nación --, los mismos legisladores y las legislaturas de los estados – diputados locales.

Debemos comprender y aceptar que no hay ley que, por muy buena que se le considere, satisfaga a todos; pero también debemos entender y aceptar que toda ley es perfectible. En el mundo entero las sociedades, en todos sus niveles, han evolucionado vertiginosamente a partir de la segunda mitad del siglo XX, y por eso las leyes han tenido que irse adecuando a ese ritmo, aunque, lamentablemente, en nuestro país no ha sido así. Evidentemente no es igual legislar para 15 millones de habitantes que para 100; aquellos eran los habitantes de nuestro país en 1917 – cuando se elaboró la constitución vigente – y estos los actuales. Además, el progreso tecnológico ha modificado substancial y radicalmente las costumbres de las sociedades, y. las costumbres hacen leyes.

En México pareciera que es costumbre que las leyes no se cumplan y/o se violen fácil y cotidianamente. Se consigna “pareciera”, porque como las costumbres se hacen leyes, resultaría aberrante e inadmisible que existiera una ley que legitimizara la inobservancia y/o violación de las leyes, así es que mejor califiquémoslo como “vicio”. Así pues, este vicio es un mal endémico en nuestra patria; a diestra y siniestra, adelante y atrás, las leyes se violan o no se cumplen, que para el caso es lo mismo. Todos le rascamos y le buscamos para encontrar un pretexto que nos justifique violar o incumplir – ya apuntamos que para el caso es lo mismo --la ley, cualquiera que esta sea, y, además, mucha veces hasta nos regodeamos de ello como si fuera un mérito. ¿Por qué somos así?, ¿Atavismo de raza?, ¿Malformación causada por un largo periodo de un sistema de gobierno podrido? ; según los estudiosos en la material, la mayoría se inclina por el último argumento. Lo más lamentable de ese triste y oscuro pasaje de nuestra historia es que hayamos tenido tan bajo – mejor dicho: no tuvimos – espíritu para haber soportado tanta ignominia que nos llevó a niveles tan bajos. Pero ¿ahora qué hacer?, Como dice el dicho “ya ni llorar es bueno” y no nos vamos a sentar en la banqueta a hacerlo, por lo que no nos queda más remedio que sacar la casta, que esta si la tenemos y mucha, y ponernos a trabajar para reeducarnos cívicamente, pero primero hay que reconstruir el sistema educativo que anda por el callejón de la amargura.

El problema de marras, además de inconmensurable, es en lo general y en lo particular. Es inconmensurable porque es tan variablemente desbordante y sui generis que es imposible medirlo, y su fuerza destructiva tiene un alcance sin limites; mina, corroe, quiebra y acaba; ¡OH Dios!, Haznos despertar a la realidad y ayúdanos a combatir este monstruoso mal. Es en lo general, porque no hay ley, reglamento o disposición, de índole pública o privada, que no sea inobservada y/o violada por grandes y chicos sin distinción alguna. Es en lo particular, porque hay algunas leyes que son particularmente de especial importancia, y que su cumplimiento y/o violación acarrea muchos otros grandes males que proliferan como ramificación de árbol.

Las leyes electorales son particularmente favorecidas por incumplimientos y/o violaciones, empezando por el mentado lema dizque revolucionario “SUFRAGIO EFECTIVO Y NO-REELECCIÓN”, sobre el que hace tiempo un joven le preguntó a su papá qué significado tenía eso si nunca se cumplía, a lo que el padre lo único que acertó a contestar fue una sonora carcajada.

En síntesis, así se estilan las cosas jurídicas en nuestra amada patria, lo que desde luego no debe enorgullecernos sino al contrario y, si queremos cambiar, lo primero que tenemos que hacer es auto convencernos que del cielo no nos va a caer nada, somos todos los que tenemos que corregirnos, empezando por nuestras propias vidas y… por los maestros.

Para finalizar, surge como arrebatadora verdad lo que dijo un gallego, cuando España era flagelada por el anarquismo: “¡Rediez coño!, por la madre que nos parió, tenemos que disciplinarnos porque si no nos lleva el carajo ¡me cago en la sopa!”.



Corrupción, el flagelo de México

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Enrique Galván-Duque Tamborrel


Hay dos géneros de corrupción: uno cuando el pueblo no observa las leyes, y el otro cuando el pueblo es corrompido por las leyes, mal incurable ya que radica en el único remedio que el mal tendría.

La corrupción nos involucra a todos, como lo hemos constatado una y mil veces, es un problema de la sociedad, no sólo del gobierno. No se trata nada más de carecer de medios adecuados de control, de una fiscalización deficiente o un marco jurídico obsoleto; la corrupción al final de cuentas es un problema de actitud pública, no de oportunidad
privada.

Tenemos presente que es una tarea ardua que abarca multitud de aspectos, no sólo aquellos relacionados con la administración pública o una política de control. El combate a la corrupción debe darse en todos los frentes, a todos los niveles y en todos los órdenes de la vida nacional”.

Cabe señalar que el PAN ha impulsado la transparencia y la rendición de cuentas, las leyes expedidas y las reformas aprobadas lo demuestran en materia de responsabilidades administrativas, de ejercicio de la función pública y de acceso a la información.

En este sentido, la labor parlamentaria exige de todos los representantes populares algo más que ser meros espectadores. Es preciso que asuman su representación de manera tal que no haya dudas para el pueblo de México del compromiso que con él tienen y con las causas que postulan. Es preciso entonces llamar a cuentas, pues es labor de ellos y una forma de asumir y exigir responsabilidades, pero lo es más cumplir con el mandato esencial de su encomienda: legislar, crear y reformar la ley para normar la convivencia”.

Hace más de 15 años, para ser más exacto en mayo de 1991, escribí sobre la corrupción algo que, al leerlo nuevamente, me hace sentir que seguimos en las mismas, o peor porque todo estancamiento es retroceso.

Decía en el mencionado artículo: “Alguna de las interpretaciones más comunes de la corrupción son: el abuso del poder político en beneficio personal; el crimen de que se hacen culpables los que estando investidos de alguna autoridad pública sucumben a la corrupción; la violación de las normas del deber y responsabilidad dentro del orden cívico; la explotación del público”.

Ayuno de palabras inútiles

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Enrique Galván-Duque Tamborrel


Para la Cuaresma del año 2004, el episcopado francés propuso a los cristianos realizar un ayuno muy particular: renunciar a palabras inútiles y emplear palabras para dar testimonio.

Quizás muchos no nos planteamos con seriedad qué palabras saltan el cerco de nuestros dientes --parafraseando al poeta Homero. Nuestro modo de pensar, a veces tan poco orientado, no deja espacio a una serena reflexión sobre las expresiones que utilizamos. Decimos lo primero que nos llega a la boca y después, vistas las consecuencias, nos viene el remordimiento de no haber dicho lo que deberíamos o de haber dicho lo que no deberíamos decir. Queremos entonces dar marcha atrás y pretendemos en vano arrancar al viento nuestras palabras.

¿Hay de verdad “palabras inútiles”? El hombre de pensamiento y juicio superficial diría que no, pero incluso los niños, en cuanto estrenan su uso de razón, se dan cuenta de que ciertas palabras y expresiones “no las deben decir”. Tal vez, con la mano sobre el pecho, cada quien debería reconocer la ristra de “palabras inútiles” que ha pronunciado y que giran el mundo hiriendo a todo pobre mortal que cruza por su camino.

“La Cuaresma es un momento privilegiado de búsqueda de sentido” -dicen los obispos franceses. Es ciertamente un camino de preparación hacia la Pascua, en el que buscamos caminar con mayor firmeza sobre las huellas de Cristo, obediente por amor hasta la muerte de cruz. La invitación a la penitencia, a la oración, y a las obras de caridad viene a tonificar el alma y a purificarla del pecado para mejor disponerla a “morir y resucitar con Cristo”.

El ayuno de “palabras inútiles” y la exhortación a emplear “palabras de testimonio” se insertan perfectamente en este triple camino de penitencia, de oración y de caridad.

Es en verdad una gran penitencia acallar la propia vanidad y no pronunciar palabras que son incienso orgulloso del propio ego. Duele también contener la respuesta acalorada ante una humillación o un insulto. Cuesta sujetar las críticas que saltan de la lengua como de un trampolín cuando uno es contrariado y la soberbia se yergue en desafío. Ya decía el apóstol Santiago que quien domina su lengua es “un varón perfecto”. Da pena ver cómo hay personas que se juzgan enraizadas en el círculo de sus amistades cuando su lengua se embarra con palabras soeces o expresiones de doble sentido. ¿Piensan que siendo malhablados serán mejor escuchados? Tal vez se sientan más seguras de sí mismas por sus palabras gruesas, pero uno queda sumamente incómodo al escucharlas. El condimento insustancial de las “palabras inútiles” no hace más que desvelar una inmadurez humana y pobreza de espíritu.

Hablar lo justo, hablar bien, hablar educadamente es una conquista de hombres recios y de mujeres finas, con ideal y hondo aprecio por la dignidad propia y ajena. Esta penitencia invita además a cerrar oídos para que la lengua no aprenda lo que no debe decir. Hoy en día la televisión y el cine se han convertido en los maestros del léxico. Viene siendo algo habitual que los niños y jóvenes sean entretenidos por personajes que apuestan su simpatía en la vulgaridad. Y cuando se anuncia que el programa es “para mayores de 18 años” es casi infalible que habrá, además de escenas inconvenientes para todo hombre que se precie de tener un mínimo de rectitud y honestidad moral, una retahíla de expresiones indecentes, irrespetuosas e incluso obscenas. Es muy aconsejable para la Cuaresma el ayuno de todas estas palabras. El alma se ahorra una mala digestión.

Por otra parte, qué duda cabe que toda palabra respetuosa, ponderada y educada es una oración. Esta lengua nuestra no debe queda atada cuando hay mucho que decir y testimoniar sobre el amor de Dios y la vocación eterna del hombre. “De la riqueza del corazón habla la boca”, dijo Jesucristo. ¿Y quién no lleva en su propio corazón alguna riqueza? Hemos de hablar mucho, sin cansarnos, de todo el bien que se ve, que se sabe, que se oye y que se toca. Estamos rodeados de personas maravillosas y vivimos en un mundo incomparablemente bello. Todo es una poesía del amor de Dios. ¿Cómo se va a quedar muda la lengua? Bien sentenciaba san Agustín que “no podemos creer y quedarnos callados”. El amor coloca en la lengua la palabra feliz, justa, amistosa y rica. Una palabra o una expresión “inútil” sería aquella que procede sin amor del corazón, pues todo lo que no tiene amor es de verdad “inútil”. La oración del hombre que habla bien de y a los demás tiene su origen en el diálogo de la propia alma con Dios. Quien vive con el corazón en el cielo camina con respeto sagrado sobre la tierra. La lengua que ora aprende a alabar, bendecir, perdonar, disculpar y a ofrecer a los demás la palabra digna. Si cada cristiano y hombre de buena voluntad se empeña en purificar su vocabulario de acuerdo a su ideal de vida eterna, se dará cuenta de un resultado estupendo: no hay suficiente vocabulario para hacer el bien y es insuficiente el diccionario para expresar la alegría del alma. Por el contrario, bien se sabe, basta una sola “palabra inútil” para manchar una relación consigo mismo y con los demás.

La caridad de la Cuaresma también abraza nuestras expresiones. El diccionario de la Real Academia Española define la maledicencia como “el hábito de maldecir o denigrar”. Ésta es una herida mortal para el alma del cristiano. La persona maldiciente se coloca fuera del espíritu de caridad que Cristo nos ha dejado como su tesoro y testamento. Hay una brutal ruptura entre el ejemplo de Cristo y su doctrina de amor sin límites al prójimo, frente a la maledicencia que denigra la fama y el buen nombre de los demás. Por lo general, el maldiciente o dado a la crítica ataca como los traidores, siempre por la espalda, cuando su pobre víctima no se encuentra presente. La Cuaresma debe purificar este cáncer de la lengua y del corazón. Que las palabras no sean malas, sino buenas hasta que se pueda instaurar una sólida “benedicencia” que actúe como una estructura de nuestras amistades. Da pena escribir “benedicencia” entre comillas, pues el vocablo no está en el diccionario. La razón --según se expresaron los peritos-- es porque se trata de una palabra que no usa la gente y como “el pueblo crea el vocabulario”.... Uno se sonroja leyendo en el diccionario la definición de las palabras usadas en los insultos y viendo que no existe el vocablo “benedicencia”. El pueblo, por lo visto, no habla bien.

Para las fiestas de la Pascua, Dios quiera que el Resucitado escuche de nuestros labios las palabras que son dignas de un hombre y de una mujer preparados para participar de su triunfo sobre el mal y la muerte.

Algo brilla en el camino

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Enrique Galván-Duque Tamborrel


“A las crías de los pájaros Dios les da alimento,
-- Y su bondad se extiende a todos los seres creados”
Jean Racine


Tenemos muchos deberes que cumplir para con nuestros semejantes, y uno de ellos, quizás el primero, es el de tratar de suavizar o mitigar sus penas. Nuestro poder para realizar el bien es inmenso. No importa que no poseamos bienes de fortuna, si sentimos amor y compasión, si somos bondadosos y comprensivos, y si nuestra sonrisa está siempre presta a entregarse.

Pensemos con Amado Nervo, que decía: “Los males que no podemos remediar son infinitos; pero los que si podemos remediar también son infinitos”.

Los hombres superiores no se apenan por sus desdichas; pero sí por las ajenas. – Los que poseen nobles sentimientos, sufren con los que sufren y gozan con los que gozan. – Es preferible la bondad que la inteligencia. – Lo más digno de respeto en las personas es la bondad. Después de eso: el saber y el talento.

En el mundo hay muchos sentimientos y penas; pero también hay muchos deseos de remediarlos.....y almas llenas de nobleza y comprensión. – No hay que desaprovechar la oportunidad de hacer el bien. Desaprovechar una oportunidad así, es desaprovechar lo mejor que la vida puede darnos. Diariamente hay que lanzarse a la calle con el propósito de hacer el mayor bien en todos los sentidos.

Existe la creencia, por cierto lamentablemente bastante generalizada, de que las personas buenas son cobardes, tontas,........ ¡No hay tal! Lo que sucede es que por su bondad no les hace falta la maldad de los demás........ ¡Que hermosa labor de llevar paz a los corazones, aquietar el ánimo exaltado, sosegar las ansias, destruir los odios, desaparecer los malos entendimientos, las interpretaciones torcidas,........!

La capacidad de bien que hay en el alma humana es inmensa...... ¡Aprovechémosla! ........... En la bondad de tus acciones encontrarás la fuente de la alegría. – Que prevalezcan siempre los sublimes mensajes bíblicos: “da de ti antes de pensar en ti” y “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, así siempre habrá:

Una luz en el camino

Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de oriente, un hombre, que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna, como aquella.
En un determinado momento se encuentra con un amigo. Este lo mira, escudriñando en la tenue luz, y de pronto lo reconoce. Se da cuenta que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces le dice:
-- ¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano?, si tú no ves......
Entonces el ciego responde:
-- Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mí...... No sólo es importante la luz que me sirva a mi, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.

Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite. Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil...... Muchas veces, en vez de alumbrar, oscurecemos mucho más el camino de los demás........ ¿Cómo? A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento....... ¡Qué hermoso sería si todos ilumináramos los caminos de los demás! ¿O no?