sábado, 29 de diciembre de 2007

¿Debe ser la política una herramienta para el aniquilamiento de los unos por los otros?

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

“Soy demasiado pobre para tener un coche propio,
pero mi adversario me ha invitado generosamente.
Desearía que, si tal fuese vuestro deseo, votaseis por mí.
Pero si así no fuese, elegid a mi contrincante,
que es todo un caballero”.

Abraham Lincoln


Han pasado cuatro años que se inició el gobierno del cambio, durante los cuales el Presidente Fox ha llamado hasta el cansancio, y tal parece que vanamente, a la unidad, la tolerancia y la concordia, interpretando con ello el mensaje de la ciudadanía, que solicita consenso, que solicita acuerdos, pero que solicita ---sobre todo, y para que se dé esto--- una capacidad de diálogo, de escucha, de responsabilidad con los asuntos nacionales.

Es común definir la gobernabilidad como un estado de equilibrio dinámico entre el nivel de las demandas sociales y la capacidad del sistema político para responderlas de manera legítima y eficaz. La política mexicana necesariamente debe tener un fin más noble que la búsqueda del aniquilamiento de unos por los otros, Fox ha insistido que la política debe implicar los imperativos de crear una sociedad de justicia legal y justicia social.

Es falsa la difundida idea de que la política es una actividad de gesta, para gente curtida, lista para enfrentar al más rudo o al más taimado, y en la que muy poco tienen que ver las personas de buenas intenciones y compromisos legítimos. La democracia representativa no puede ser entendida sin los partidos políticos, sin embargo, nuestro sistema de partidos no termina de consolidarse y nuestros sistemas electoral y de gobierno continúan generando incentivos perversos para la no colaboración.

La democracia ni es todo, ni sirve para todo, pero es, y debe ser, meta común de la mayoría de mexicanos interesados en el bienestar general del país, la democracia es el puerto al cual aspiramos llegar y, afortunadamente, parece que, a pesar de todo, ya vamos en rumbo correcto.

La democracia es lenta porque es resultado de la pacífica confrontación de pareceres distintos, serena decantación de razones y argumentos distintos, multiplicación de espacios de dialogo, corrección meditada de rumbos, aceptación de la perfectibilidad humana personal y social. Ingobernabilidad entonces, es el concepto que se emplea para describir la probable situación en la que los poderes públicos pierden la capacidad de resolver los conflictos naturales en la libre convivencia, dar respuesta aceptable a las necesidades sociales y, a la postre, mantener la confianza de los ciudadanos en el poder público.

En contraparte a ello, hay que destacar la voluntad y buen manejo de varios casos como los de Santa María Ocotlán, Xoconostle y Bernalejo de la Sierra; así como la disposición para solucionar el conflicto de los pescadores ribereños de Campeche y Tabasco con PEMEX.

Subrayemos el grado de efectividad con que el Gobierno Federal distiende los conflictos, siendo esto resultado del diálogo y la negociación, imperando en todo momento el ánimo de intervención institucional, fuera de márgenes parciales de interés aun cuando esta realidad no ha perneado en la sociedad.

Hay que reconocer que estamos en camino de dar orden institucional a las nuevas prácticas políticas que se desarrollan naturalmente en una sociedad democrática, discrepancias más abiertas, reivindicaciones más independientes y negociaciones por supuesto más exigentes. Aplaudimos que nuestras instituciones políticas ya no funcionan bajo los supuestos verticales de mando y coacción que fueron típicos del pasado; sin embargo, en ocasiones parece que la eficacia también se desvaneció del escenario político.

No cabe la menor duda que el gobierno ha enfrentado y resuelto satisfactoriamente los conflictos sociales y políticos que han sido arrastrados por el país durante décadas y que no encuentran un lugar en el México de las instituciones democráticas del siglo XXI. La lucha actual estriba en cambiar ---esta es la lucha, tozuda y obstaculizada constantemente, del presidente Fox--- la percepción ciudadana de que la política, lejos de contribuir a la solución de los problemas, se ha convertido en la fuente de todos los enfrentamientos en el país.


Septiembre de 2004

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