jueves, 2 de abril de 2009

Un ojo en el fin del mudo para ver el principio del Universo

Por: Enrique Galván-duque Tamborrel

El mayor observatorio terrestre ha comenzado a construirse casi en el fin del mundo para poder ver, en el 2011, el comienzo del pasado y del Universo, hace 14.000 millones de años.
En el lugar más inhóspito y seco de la tierra, el desierto de Atacama chileno, el Observatorio Europeo Austral (ESO en sus siglas inglesas) y el Observatorio Nacional de Radio Astronomía (NRAO, estadounidense) han colocado esta semana la primera piedra del radiotelescopio más grande del mundo.
En nueve años, el Atacama Largue Millimeter Array (ALMA), un proyecto radio-astronómico de 64 antenas parabólicas de 12 metros de diámetro y 70 toneladas cada una, permitirá al mundo científico ver imágenes del universo en sus primeras etapas de formación, tal como era hace 14.000 millones de años.
Astrónomos de todas partes del mundo llegaron hasta la localidad de San Pedro, en pleno desierto de Atacama, para colocar la primera piedra a 2.900 metros de altura, en lo que será una inversión cercana a los 600 millones de dólares.
Las 64 antenas, que estarán instaladas 2.100 metros más arriba de donde comenzó este jueves una de las instalaciones del ALMA, equivaldrán a un telescopio de 14 kilómetros de diámetro y su resolución será más de 100 veces mayor que la de cualquier otro conjunto de telescopios.Las poderosas antenas se ubicarán en el Llano de Chajnantor, a 50 kilómetros de San Pedro de Atacama y a 1.500 kilómetros al norte de Santiago, en una zona que parece más la superficie lunar que un paisaje del planeta tierra.
Para los expertos, ALMA será el mayor proyecto astronómico terrestre (no en órbita) después del Proyecto VLT/VLTI de Paranal -también en Chile- y, junto al futuro telescopio Espacial James Webb (JWST), una de las dos instalaciones astronómicas más importantes que entrarán operación dentro de la próxima década.
"Cuando pensamos en el ALMA, pensamos en que necesitábamos de un área plana, seca, tranquila y con cielos limpios. Todo eso se conjuga en el desierto de Atacama", señaló el holandés Piet Van Der Kruit, presidente del directorio del proyecto.
Van Der Kruit habló durante un acto realizado en el lugar establecido para la instalación de la obra y bajo un sol implacable que después de las ocho de la noche se transforma en un frío insoportable.
Explicó que, como el trabajo a 5.000 metros de altura es difícil para cualquier ser humano, las operaciones de ALMA se harán desde la Base de Apoyo a las Operaciones, la cual se ubicará en las proximidades de Toconao y San Pedro de Atacama, a una altura más soportable de 2.900 metros.
El astrónomo holandés destacó que la zona de Chajnantor tiene características de transparencia y estabilidad atmosféricas insuperables para la astronomía milimétrica y submilimétrica."No se conoce otro lugar en la tierra que combine las excelentes condiciones atmosféricas con la facilidad de acceso, a lo que deben agregarse otras condiciones como son la estabilidad social y política de Chile y la existencia de una muy bien desarrollada infraestructura astronómica", subrayó.
La alcaldesa de San Pedro de Atacama, Sandra Berna, señaló que la "Pachamama", la madre tierra en idioma aymará, "había dado su consentimiento a este proyecto científico", que se viene a sumar a las iniciativas turísticas que está desarrollando la zona.
Para el astrónomo español José Cernicharo-Quintanilla, el ALMA permitirá a los científicos comprender la física del Universo, comprender cómo se expandió la singularidad inicial, cómo se formaron las estrellas y ver el nacimiento de las galaxias, "porque al ver las enormes distancias se está viendo el pasado".
En declaraciones recientes, el experto español señaló que actualmente la inversión del proyecto gira en torno a los 600 millones de dólares, pero la incorporación de Japón en la iniciativa, en un futuro cercano, elevará esta cifra a unos mil millones de dólares.
Destacó que para la radio-astronomía española es un gran orgullo participar en ALMA, uno de los proyectos más ambiciosos de la astrofísica de principios del siglo XXI.
ALMA es una asociación a partes iguales entre Europa y América del Norte, en cooperación con Chile, y está financiada en Estados Unidos por la Fundación Nacional de Ciencias, junto con el Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá, y en Europa por el Observatorio Europeo Austral (ESO) y España.
La directora general de ESO, Catherine Cesarsky, aseguró que científicos de todo el mundo podrán usar las instalaciones de ALMA.


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