domingo, 27 de julio de 2008

¿Qué hizo Vicente Fox, cómo terminó su mandato?

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel


Algunos comentaristas de periódico, con ojos sólo para los hechos que sirven para criticar a Vicente Fox, forman opinión pública negativa: Fox casi no hizo nada, dejó pasar las oportunidades, contaminó el proceso electoral, no se atrevió a hacer valer la ley, se dejó manejar por los Estados Unidos. Sólo vio la economía de los empresarios y quiere engañarnos diciendo que la pobreza es menor que antes.
Si escucha uno a cualquiera de los secretarios de estado, escuchará testimonios y datos duros de los logros de esta administración y la comparación muy favorable respecto a las anteriores, y le explicarán los avances de fondo cuyos resultados se verán después.
Hace daño no conocer lo que si se hizo, hace daño evaluar sin objetividad y sin información al Gobierno Federal con miles de profesionales, muchos de ellos comprometidos en serio con su labor de servidores. Es un hecho que el ambiente está parcialmente contaminado por quienes escriben por consigna y por otros independientes pero resentidos contra Vicente Fox.
En su último informe, Vicente Fox no es triunfalista, reconoce fallas y muchos problemas sin resolver y refleja una madurez política que ciertamente no tuvo al iniciar su mandato. Concluye en escenario en forma similar a la de Zedillo, desde luego con grandes diferencias. Impugnado por sus enemigos, con presencia internacional positiva, con estabilidad económica sin crisis, reconociendo que faltaron muchas cosas por hacer y con un avance real en la democracia pero cuestionado por los que querían otro resultado.
Los anteriores presidentes: Carlos Salinas de Gortari, Miguel de la Madrid, José López Portillo y Luís Echeverría Álvarez, todos ellos terminaron con situación de crisis, con un repudio no sólo de sus enemigos sino de gran parte de la sociedad.
Analizamos el Mensaje del Presidente Vicente Fox, exponemos nuestro balance: logros, buenos propósitos mal manejados y errores de su gestión de casi seis años, de manera muy sintética:
Logros y aciertos.- Ley de transparencia y acceso a la información pública gubernamental es el logro principal. Hay más libertades ahora que en todo un siglo anterior. Estabilidad económica, con la inflación más baja en 30 años, sin ninguna crisis y disminución de la deuda externa. Inicio de la corrección del grave problema de pensiones del seguro social, que lo tenía técnicamente quebrado. Mayores recursos a la educación en enciclopedia y becas. Seguro Popular. Aumento de los salarios mínimos por encima de la inflación. Construcción de vivienda social en cantidades similares a tres sexenio anteriores juntos. Acceso a créditos de las clases medias. Ley del Servicio Profesional de Carrera. Estrategia y método de innovación gubernamental con parámetros de nivel internacional. Programa de oportunidades con amplia cobertura y aceptación social. Reconocimiento y respeto a la autonomía del Poder Judicial. Aceptación y vivencia del Federalismo a pesar del abuso de la soberanía estatal por parte de quien fuera gobernador de Chihuahua. Respeto a la autonomía del PAN. Posición independiente internacional a favor de la paz cuando los Estados Unidos tuvieron conflictos bélicos en Medio Oriente.
Propósitos mal manejados.- Insuficiente crecimiento económico y por ende de empleos productivos. Creación de la Secretaría de Seguridad Pública, sin llegar a unificar a las policías federales y sin depuración. Proyecto de Reformas de la Seguridad y la Justicia, de extraordinario contenido, poco estudiado y mal “cabildeado por el PAN, saboteado por la PGR, sin respaldo de la Secretaría de Seguridad. Reconocimiento a la autonomía del Poder Legislativo pero con débil relación, pues confió más en Diego Fernández, la “maestra” y otros del viejo sistema, que en la operación política de relación, consulta y cabildeo. No haber cedido a las presiones de Napoleón Gómez del sindicato minero, pero con pésima intervención en SICARSA. Reforma fiscal, que abortó como IVA a medicinas y alimentos. Reforma energética, a la que priistas duros y perredistas calificaron como privatización. Reforma a Ley de Radio y Televisión, impulsada sin verdadera consulta, aunque esto realmente se les debe imputar a los legisladores.
Acuerdo Migratorio con Estados Unidos, el Gobierno Mexicano creó demasiadas expectativas unilateralmente, sin considerar la situación norteamericana. La ayuda económica a Chiapas sin ir a las causas de fondo y con una reforma legal que no tuvo suficiente aceptación política, asunto en el que realmente el principal responsable es el gobernador del estado. El apoyo a la democracia en Cuba, con torpezas en la relación con Fidel Castro, quien se lo comió con su malévola astucia...
El combate al Narcotráfico con fallas serias. Preservó gobernabilidad en grado aceptable pero toleró que la Secretaría de la Función Pública no lograra nada eficaz contra “peces gordos” de la corrupción, quienes, como lo expresó Francisco Barrios, “son pillos pero no pendejos”, por aquello de que no les pudieron probar nada. Presupuesto transparente del gasto público con las inercias del pasado.
Supuestos errores y fracasos.- Muchos analistas y politólogos consideran dentro de este rublo a la falta de firmeza ante el conflicto que recrearon sus adversarios políticos en San Salvador Atenco y que culminó en cancelar el proyecto del nuevo aeropuerto internacional. El haber dejado casi intactos a los grupos del viejo sistema político en las instituciones de Seguridad y Justicia. El haberse dejado aconsejar en el proyecto del desafuero a López Obrador por amigos de Salinas de Gortari y enemigos de López Obrador. El intento de que Derbez llegara a la OEA. La relación con el Gobierno del DF, incluyendo la solución al caso Tláhuac. Privilegió a Santiago Creel en lugar de dejar su responsabilidad al PAN, pero respeto la decisión de su partido.
Sin embargo cabe decir con honestidad que ha habido una interpretación errónea en algunas de estas cosas, derivada esta por la mala costumbre fabricada durante 7 décadas de que el presidente en turno intervenía en todo y su voluntad era omnímoda. Además el centralismo era absoluto, todo se resolvía en Palacio Nacional –después fue en Los Pinos--, desde ahí se quitaban y ponían gobernadores y presidentes municipales, jefes de policía locales, jueces, en fin, todo. Al ejército se le usaba para reprimir, existía el delito de disolución social, mediante el cual se iba a la cárcel, previa paliza, todo el que alborotaba. Ya no más esto. Ahora el ejército ha recuperado su prestigio y la admiración del pueblo, hay plena libertad de pensamiento y de expresión –oral y escrita--, los estados recobraron de hecho su soberanía --falta que la recuperen en su totalidad los municipios--, en fin caminamos por la senda correcta para lograr la democracia, para que esta sea efectiva y no nada más de discursos demagógicos.
Todo esto resulta muy fácil decirlo pero hacerlo es muy difícil, en esto está empeñado hasta la tozudez Vicente Fox, a costa de quedar como el cohetero, sobre todo porque a la gente le es muy difícil entender esto, pero como no hay mal que dure cien años, siguiendo por la misma ruta finalmente la gente lo entenderá y aprenderá.
A Fox le endilgan todo, basta leer en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos las atribuciones y responsabilidades del Presidente de la República para entender lo que puede y no puede legalmente hacer. Muchos todavía no entienden aquella contestación de Fox durante el conflicto que se suscitó entre las televisoras Azteca y Canal 40: ¿Y yo por qué? ¡Claro! Si el asunto se ventilaba en los Tribunales, o sea en el ámbito del Poder Judicial. Porque, además, ahora ya funcionan con absoluta autonomía los Poderes Legislativo y Judicial.
Viendo las cosas a través del color de este cristal, se verá que Fox ha cumplido satisfactoriamente.

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