viernes, 28 de enero de 2011

Vía crucis peatonal en Ciudad Ixtepec.

 

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

enero / 2011

 

 

Está fuera de toda discusión el gran avance tecnológico que ha tenido la humanidad en los últimos cien años.  Se supone que todo lo que se ha inventado y/o descubierto debe estar al servicio de la humanidad, ya sea para su disfrute o comodidad, pero lamentablemente no siempre es así, es más, muchos de ese avance ha sido en su propio perjuicio..

 

La energía nuclear que, cuando se empezó a controlar, nació la ilusión acerca del bien que le iba a proporcionar a la humanidad, pero fue vana ilusión.  Si bien es cierto que trajo muchos beneficios, fue más el daño, pues trajo destrucción y muerte masiva, ¿cuál ha sido mayor?, sin discusión fue la segunda, cuando menos es la que mayor escándalo ha hecho.  Si hacemos un recuento vemos que así ha sido en todo o, cuando menos, en la mayoría. 

 

Hace muchos años, cuando en Ciudad Ixtepec no había vehículos automotores, las calles eran empedradas y las banquetas angostas.  La gente caminaba por el centro de las calles y las banquetas eran únicamente para colocar macetones con plantas de ornato.

 

Pero resulta que llegaron los vehículos automotores y poco a poco se fueron adueñando de las calles, la gente, a la que se supone deberían servir, se fue convirtiendo en esclava de ellos.  Las calles se fueron pavimentando ¡claro!, los vehículos necesitaban mejor superficie de rodamiento.  Antes, aunque hubiera hoyancos, ahí se iba, al fin y al cabo la gente los sorteaba, pero los vehículos no ¡qué caray!

 

Las banquetas, que ahora adquieren, por lógica --dada la cantidad de vehículos automotores--, vital importancia para los peatones, siguen angostas,  llenas de plantas y más parecen pistas de obstáculos.  La gente tiene que caminar por donde puede, sorteando obstáculos y, lo que es peor, vehículos automotores.  Y esto sin contar que, cuando las banquetas son de un ancho adecuado –que si las hay, pero son escasísimas--, entonces se usan como estacionamiento de vehículos automotores o, si hay alguna obra, para colocar materiales de construcción.  Total, en resumen, que la gente, el ser humano, está relegado; los vehículos automotores, que la deberían servir, ahora son los reyes.  Es común ver a la gente sortear infinidad de obstáculos y riesgos para caminar por las calles de Ciudad Ixtepec.

 

Con toda intención he querido dejar al último el hacer referencia a la parte mas vulnerable, sufrida y olvidada, pero más necesitada, del gremio peatonal, los minusválidos.  Estos si que son actores verdaderamente heroicos del cotidiano andar por las calles de Ciudad Ixtepec.  ¿Banquetas apropiadas, rampas, cruces seguros de calles?  ¡Ah eso! Y ¿para que sirven?  Razón por la que brillan por su ausencia.

 

El nuevo gobierno municipal tiene un amplio campo de acción para revertir la podredumbre dejada por "los que si saben gobernar", pero la ciudadanía debe estar consciente  de participar, porque haga lo que haga el gobierno necesita ineludiblemente de la participación ciudadana, aspecto que sin duda siempre ha brillado por su ausencia.

 

La mentalidad del ciudadano debe necesariamente de cambiar.  Es imprescindible que cada uno se marque la intención de participar activamente en enderezar al municipio.  Con sentarse pasivamente a esperar a ver que me da papá gobierno no se llega a ningún lado, al contrario.  El nuevo gobierno tiene un serio compromiso, pero necesita ineludiblemente del apoyo de la participación ciudadana.  Así pues, el compromiso lo tenemos todos. Actuemos pues.

 


 


1 comentario:

Noticias Istmo dijo...

Sr. Enrique Galván-Duque he leído su artículo y realmente celebro el tema, la reflexión y el estilo.
Hace algunos días precisamente comentaba con mi esposa sobre nuestra indolencia -de todos- respecto a lo intransitable de las banquetas en ixtepec, esperamos que todos juntos podamos hacer algo al respecto.

Ojalá no tenga incoveniente en publicar esta reflexión, como colaborador en nuestra página:
Ixtepec 2.0

atte.
alberto vargas
ixtepec2.0@gamil.com