domingo, 25 de mayo de 2008

Las dolencias municipales

Por: Enrique Galván Duque Tamborrel


En los municipios del Estado de Oaxaca se adolece de un mal común, pasan los años y las poblaciones siguen estancadas, cada tres años se habla de progreso pero no se ve claro. Como ejemplo, trataré lo que sucede en el Municipio de Ciudad Ixtepec, lugar donde radico desde hace un poco más de treinta años.

Ahora que se dio la renovación del Ayuntamiento surgen, como es natural, las inquietudes obre el estado de la ciudad. Durante el vaivén de las campañas todos ofrecen las perlas de la virgen, pero como el ofrecer no empobrece y obviamente ninguno de los presuntos tiene en ente empobrecer, cuando llega el momento de la real ascensión al poder el ungido se le olvida todo, hace borrón y cuenta nueva, y a darle vuelo a la hilacha.

Así pasan los años y la ciudad sigue estancada -hay que recordar que el estancamiento se convierte en atraso-y los problemas cotidianos siguen siendo eso: cotidianos. Constantemente leemos en el periódico local quincenal ORIENTACION varias notas que, quincena tras quincena, se tornan en relación con alguna deficiencia en los servicios; otras en relación con obras colgadas o el mantenimiento de la infraestructura, pero siempre hay algo. Pero no debemos ser tampoco tan exagerados ni escandalosos, ni insidiosos, tipo comunicador de TV, las cosas no pueden ser perfectas y siempre habrá algún pelo en la sopa, máxime cuando la participación ciudadana es nula; lo que choca es que la autoridad se mantenga impávida como si no hubiera problema alguno. ¡Ah! Pero trata de ver a algún funcionario para plantearle algo y tal parece que les vas a pedir el oro y el moro, y peor cuando se trata de que te den una solución porque puedes dormir el sueño de los justos eternamente y nunca la obtendrás.

Pero de esto, ¿Quién tiene la culpa?, se dice que los pueblos tienen el gobierno que se merecen, así pasarán los años y Ciudad Ixtepec seguirá igual o peor, porque vuelvo a repetir: el estancamiento es retroceso. Tengo más de treinta años de vivir aquí, soy meño por adopción, y siento que quiero más a Ciudad Ixtepec que muchos oriundos de aquí, esto me ha llevado con verdadera inquietud a hacer investigaciones tendientes a conocer la historia de aquí, así he averiguado que, cuando menos de 1950 para acá no ha habido un solo presidente municipal que verdaderamente se haya dedicado, como debería ser, a servir al pueblo, más bien se han dedicado a servirse del pueblo. Cada nueva administración es uno más de lo mismo, ¿pero quien tiene la culpa?, nadie más pero nadie menos que el pueblo mismo.

No se necesita ser un sabio para darse cuenta que, dadas las circunstancias, y recordando aquello de que ante los hechos salen sobrando los argumentos, el responsable de todo este atraso es el PRI, que ha sido el único partido que ha gobernado municipalmente, aunque, para ser honestos, deberíamos extender esa responsabilidad también a ese partido en cuanto al gobierno del estado, también eternamente priísta.

Bueno, pero volvamos a mí querido, olvidado y nunca bien ponderado municipio de Ciudad Ixtepec: Años vienen y años van y Ciudad Ixtepec sigue con carencias elementales que son necesarias para el adecuado vivir de sus habitantes. Cualquiera que venga a esta población en pocos días palpa de inmediato esas carencias, y digo esto porque no en pocas ocasiones he oído comentarios al respecto de gente que visita esta nuestra querida Ciudad Ixtepec. Pero tal parece --lamentablemente- que los que aquí vivimos ya nos acostumbramos y ahí la llevamos y la dejamos, nadie chista, todos vivimos una dejadez "admirable". Pero, para constatar lo que aquí asevero, hagamos un recorrido por las calles de la población:
De entrada, inmediatamente se detecta que faltan señalamientos viales adecuados.
Quiere usted encontrar una calle determinada, sólo preguntando ¡claro siempre y cuando haya alguien a quien hacerlo! No hay letreros con los nombres de las calles.
Quiere usted llegar a una dirección determinada, pues se llevará un chasco porque no hay numeración de los predios.
¡Ah! Aquí el peatón es un cero a la izquierda, porque las banquetas o aceras --acera. (De hacera). f. Orilla de la calles o de otra vía pública, generalmente enlosada, sita junto al paramento de las casas, y particularmente destinada para el tránsito de la gente que va a pie--, o no hay o, si las hay, parecen más bien para animales brincadores --léase: caballo, cabra, chango, liebre, etc.-- pero ¿para gente? No que va, eso aquí no se toma en cuenta. Se imaginan ustedes el vía crucis que, para transitar por estas calles de Dios, significa para las personas adultas mayores y, principalmente, para los minusválidos.
Ahora bien, si se aventura a salir a caminar por las noches, aparte de las carencias ya asentadas, se encuentra usted literalmente en "boca del lobo", porque o no hay luminarias o, si las hay, no funcionan, que para el caso es lo mismo.
El servicio de limpia, que aquí debería llamarse "Servicio de Basura", porque oiga usted, para donde usted ponga el ojo verá relucir la basura durmiendo el sueño de los justos. Claro que en este aspecto hay que ser honestos y reconocer que los ciudadanos cooperamos a que así sea, pues tiramos basura en donde sea, basta ver a alguien que compre un refresco en envase desechable o cualquier golosina, al terminar de disfrutarlo va el envase a la calle, en donde sea. Aquí cabe la pregunta ¿cómo diablos van a mantenerse limpias las calles?


Como dijera el polémico comunicador Raúl Velasco (+), "aún hay más", pero por lo pronto ahí la dejamos.

Por otra parte, ya se estableció como costumbre que los presidentes municipales, elegidos por el pueblo –supuestamente-- no cumplen, cuando mucho, la mitad del trienio para el que fueron elegidos, dejan colgado al pueblo al que tanto le ofrecieron y que los eligió, a este lo dejan colgado, ¡vamos! Ni siquiera la licencia se la piden al pueblo, no, que va, dado que el abandono es por orden del señor gobernador se la piden al Congreso del estado --quien desde luego también cumple órdenes del mismo señor. Ojalá que aquí también se estableciera una ley –como en Baja California y a pesar de la Suprema Corte-- que obligue a los que ocupen un cargo de elección popular a cumplir su gestión antes de pretender irse a competir por otro también de elección popular.

Por cierto, me permito hacer un comentario sobre el fallo de la SCJN en el caso de BC. –asunto Jorge Hank Rohn-- a mi juicio el supremo tribunal erró, porque no se le estaba afectando al señor Hank su derecho ciudadano de ser votado, sólo le marcaba que era inelegible porque tenía que cumplir un cargo al que estaba comprometido por elección, además que, cuando el juró para desempeñar el cargo de presidente municipal de Tijuana, se comprometió a cumplir y hacer cumplir la Constitución del Estado y las “leyes que de ella emanen”. El presidente de la República goza de las libertades que goza todo ciudadano, PERO, por ley, tiene limitaciones que un ciudadano no tiene, una de ellas: salir al extranjero sin permiso del pueblo, representado por el Congreso de la Unión.

No hay comentarios: